Bruno había tenido una idea. Que en el bar donde trabajaba se tocara música sin parar. Hamburgo era entonces una ciudad adormecida. Corría el año de 1960. El problema era que no había tantas bandas que pudieran tocar 24 horas. Así que Bruno se fue para Londres. Por casualidad se encontró a un empresario quien se entusiasmó con la idea y le prometió enviarle algunas bandas de Liverpool. Pronto, un novato grupo llamado Beatles se dirigió a Hamburgo.
Al poco tiempo, Ringo, Paul, John y George encontraron trabajo en otros bares de la ciudad. Los cuatro jóvenes habían encontrado su nirvana: trabajo, amigas y alcohol. Lógicamente desearon quedarse el mayor tiempo posible en Hamburgo tocando y tocando. John Lennon comenta en una entrevista “Fuimos mejorando y ganamos confianza en nosotros mismos. Era inevitable pues tocábamos toda la noche. Y como éramos extranjeros pues teníamos que esforzarnos aún más. Entregábamos el corazón y el alma. Además teníamos que ser creativos pues tocábamos ocho horas seguidas”.
Poco a poco el bar donde tocaban comenzó a tener gente y más gente. Así que tuvieron que tocar 7 días a la semana. En año y medio habrían tocado 270 noches. Para 1964, cuando tuvieron su primer éxito discográfico, habrían tocado en más de 1200 ocasiones. Philip Norm, autor de la biografía Shout!, afirma que “No eran nada buenos en el escenario antes de Hamburgo pero eran muy buenos cuando regresaron. Aprendieron de todo, hasta jazz. No tenían disciplina antes pero al regresar tocaban como nunca nadie lo había hecho”.
A hard day´s night Anders Ericsson, investigador de la Universidad de Florida, sugiere que cuando una persona es buena en algo, no necesariamente es por algún don innato. Uno de sus primeros experimentos, hace 30 años, fue que una persona memorizara números al azar. Al principio sólo podía recordar series de 7, después de 20 horas de práctica, recordaba 20 y luego de 200 horas de práctica, la persona podía recordar series de hasta 80 números. La neurociencia ahora afirma que la memoria es un ejercicio cognitivo más que intuitivo. Todo apunta, pues, a que el talento se crea con la práctica. hace 30 años, fue que una persona memorizara números al azar. Al principio sólo podía recordar series de 7, después de 20 horas de práctica, recordaba 20 y luego de 200 horas de práctica, la persona podía recordar series de hasta 80 números. La neurociencia ahora afirma que la memoria es un ejercicio cognitivo más que intuitivo. Todo apunta, pues, a que el talento se crea con la práctica. |