Un evento como ningún otro en la vida: el nacimiento, lleno de incógnitas, grandes experiencias y sensaciones. Las embarazadas de hoy tienen el beneficio de hospitales y tecnología avanzada. Pero las visitas al doctor, la participación neo natal y el parto nunca dejan de atemorizar, tanto a mujeres como hombres.
¿Qué asusta a las mujeres? Algunos dirían que es el dolor, otros que es temor por la vida del bebé, puesto a prueba durante la labor de parto. En otros casos, son las complicaciones del embarazo o abortos anteriores.
Claro, psicológicamente, hay muchas cosas alimentan este miedo, y algunos de los más importantes son la historia personal de las mujeres y sus relaciones con otros, especialmente con sus madres. Cada mujer tiene una imagen diferente del parto.
Esta imagen se crea con el tiempo, con fantasías o historias que les cuenta su madre, y con las de otras mujeres sobre sus propias sensaciones en el embarazo y cómo cambió. También es importante la relación con el doctor que vigila el proceso y los recuerdos de otras intervenciones de salud.
De alguna manera cabe esperar que vea diferente el parto una mujer que sabe que su madre sufrió para traer un hijo al mundo, que el caso de otra que tuvo el apoyo y la confianza de su madre, y considera el parto como un proceso normal y natural. De otra manera podría verlo como un evento lleno de peligros y sufrimiento.
El miedo al dolor, por la vida del bebé, su salud y condición, así como el miedo a su propia muerte, son las principales fuentes de temor en las mujeres. El parto siempre ha sido visto con mucha ambivalencia, sobre todo en los momentos en que la madre está muriendo o el bebé viene mal.
Por una parte, la mujer espera impacientemente para ver a su hijo en brazos, convencerse de que está bien y sano, para escapar de la carga del embarazo, difícil de sobrellevar en los últimos meses. Por otro lado, está el temor de lo desconocido: “qué va a pasar", por "cuánto tiempo", "cómo lo supero", "cuánto me va a doler", "le voy a echar ganas", "el bebé estará bien", etc.
Preguntas y desconciertos que nadie puede responder por adelantado. Hay partos extremadamente fáciles y rápidos, otros con complicaciones en la madre o el feto, otros que necesitan cesárea o atención de emergencia para el bebé. Los avances médicos han proporcionado mucho más control y posibilidades quirúrgicas, las cuales no están exentas de riesgos o dolor, y la anestesia epidural.
Las investigaciones durante el embarazo permiten a las madres y a los médicos saber un poco sobre el bebé, calcular riesgos y tomar medidas precautorias. Hay una gran diferencia entre las madres que reciben preparación especial para el embarazo, que tienen el apoyo de su pareja y familia, y aquellas que no lo tienen. También la confianza y buena relación con el médico que da seguimiento al embarazo reduce el temor y la ansiedad.
Las mujeres con historia médica relacionada con trauma de nacimiento o abortos están en una categoría distinta. En estos casos se necesitan cuidados especiales (de tipo psicológico) para superar traumas pasados, porque de otra manera aumentan las posibilidades de que se repitan. El miedo es tan grande que interfiere con el funcionamiento normal del cuerpo y puede bloquear muchos de los proceso biológicos necesarios para llevar a buen término el embarazo.
Escrito por: Cristina Max
