Escrito por: Evangelina Jiménez
¡Qué persona tan intensa!, clásica exclamación entendida por regla general como negativa. De conformidad con el diccionario, el intenso es aquella persona que se manifiesta o se realiza con mucha fuerza o energía, se aplica al sentimiento que es muy fuerte o vivo, y eso no es negativo.
Lo anterior es un simple ejemplo, pero detente por un momento a pensar cuántas veces haz utilizado dicho adjetivo sin intenciones de beneficiar a la persona a quien lo diriges, o bien, si lo han utilizado en contra tuya dándole una entonación lejana a una cualidad.
Y olvidemos los sexos, no sólo las mujeres, los hombres también sufren de la calificación equivocada y cuando sale de los pulmones de la persona que lo usa, inmediatamente viene una justificación del banquillo del calificado: ¿yo? ¿una persona intensa? ay ¡Claro que no!
¿Pero porDigámosle adiós a las etiquetas dándole la espalda a las justificaciones qué no? para empezar no es negativo y para terminar ¿por qué nos vamos a justificar por tener sentimientos fuertes, con energía y por vivir la vida con intensidad?.
Antes de emitir un juicio o encasillar a alguien con algún adjetivo, investiguemos si es aplicado de forma correcta para que tengamos la seguridad de que estamos enviando un mensaje asertivo, o para que en su caso no nos ofendamos sin razón dando pié a una innecesaria justificación.
Hay muchas palabras cuyo verdadero significado se disuelve en el contexto o en la entonación y toma el camino equivocado, dejemos de calificar a las personas, no pongamos etiquetas, cada quien es como es, valoremos la intensidad que proviene de cada una.
No perdamos de vista el “justo medio” que aplicado de forma equilibrada nos da resultados inesperados. Digámosle adiós a las etiquetas dándole la espalda a las justificaciones.
Escrito por: Evangelina Jiménez