Honrar a todas las cosas desgastadas, perecederas, viejas, modestas y poco convencionales, eso significa entre otras cosas el término japonés wabi sabi.
Leí acerca de wabi sabi hace tiempo en el último libro de Gaby Vargas, Conéctate y me llamó la atención que la cultura japonesa, en particular su filosofía siempre me ha parecido interesante y simple. Para mi mientras más simple sean las cosas más llenas de sabiduría están. Decidí leer un poco más y descubrí el AMOR WABI SABI.
Wabi sabi entre otras cosas significa amar lo imperfecto, lo gastado, descubrir la gracia en las cosas poco convencionales. Si partimos de la base que nada en el mundo es perfecto, se puede decir que wabi sabi es sinónimo de aceptación por las cosas como son y la realidad por lo que es. Particularmente en el arte el wabi sabi se puede referir al gusto o amor por las piezas únicas, artesanales, hechas a mano y no en serie, lo que efectivamente tiene que ver con el arte japonés.
El amor wabi sabi es la práctica de querer, apreciar y amar las peculiaridades de nuestra pareja. O sea aprender a amar lo que nos crispa los pelos de nuestra media naranja. Difícil ¿no? Aceptación total por el otro, pero no a través del sacrificio sino a través de la comprensión y la compasión. Es decir, amor wabi sabi es lo que sería el amor ideal. Qué más ideal que no sólo nos gustara lo bonito sino también lo feo del otro o la otra. David Deida, hombre dedicado a la espiritualidad y al autoconocimiento enseña que para lograr una relación armoniosa es necesario cambiar el enfoque de los conflictos diarios, dejar de engancharnos en el yo para escuchar con generosidad y abrir canales de comprensión.
Es decir, no es que por fuerza me tengan que gustar las mismas cosas que le gustan a mi pareja, no se trata de mimetizarse, cada quien por amor propio debería conservar su propia identidad, gustos y por qué no decirlo también aficiones. Sin embargo, si lo que realmente queremos es permanecer con nuestra pareja, construir algo sobre el amor verdadero lejos de hacerlo peleando contra lo que no está en nuestras manos cambiar (o sea al otro), la vía es la aceptación. Basar la relación en la comprensión y la empatía en el otro, sobre todo cambiar el enfoque de lo que uno quiere por lo que sería mejor para la relación. Es decir, basarse en el principio a la par del bien común.
En todo tipo de relaciones, incluso hasta laborales cuando el principio es la búsqueda del bien común aún cuando las cosas estén revueltas y los intereses cruzados, eventualmente se establece la armonía. No como un acto fortuito sino como un acto de buena voluntad.
Amar con un entendimiento profundo del otro, ese el amor wabi sabi. ¿Quién puede?
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