Cambios

Asalto de cambio

asalto-de-cambio-n“Llevo 3 días en el mismo cuarto de hotel, me despiertan las campanas de la iglesia que se encuentra a dos cuadras de aquí, al sonar cada campanada, en mi corazón se siente un ligero sobresalto y abro los ojos. No es un sentimiento sino los pensamientos conectados con la emoción, intento entender qué hago aquí.

Con un trabajo nuevo y una gran incertidumbre del futuro. Por qué de pronto pasé de disfrutar el momento a una obsesión arrolladora por saber qué pasará. No me la logro quitar, me vuelvo a dormir y de nuevo las campanas de la iglesia, los ruidos de los demás habitantes pasajeros del hotel interrumpen el poquito sueño que logro tener. ¿Qué hago aquí? La vida me ha puesto una tarea, una enorme oportunidad de hacer cosas nuevas, aprender y crecer en el plano profesional, pero más que eso, a nivel personal.”

Hoy ha sido un día de revelaciones, y en este momento me siento frente a la computadora a escribir. En la tarde comí con un compañero de trabajo, hablábamos de las relaciones del amor, los hijos y los matrimonios. Me cuestiona la razón de mí soltería y me deja pensando. Horas después platicando con mi mamá, me quejé incansablemente de mi “situación” actual, y bueno sí es cierto que extraño mi casa y mis cosas, y más aún el mundo que he construido sin más órdenes que las mías. Pero justo ahorita me doy cuenta del motivo, quizá místico del por qué estoy aquí ahora. El mensaje de mi mamá fue: “estoy segura que encontrarás la manera de adaptarte a este nuevo cambio y estarás contenta como siempre”. Su mensaje fue justo lo que necesitaba leer. En pocas palabras me dijo: déjatela de hacer tanto de tos, que estás ahí porque quieres.

Me doy cuenta que lo único que estoy sufriendo es la insistencia de poner los pies en el futuro y tratar de controlarlo, en consecuencia el poco agradecimiento de las cosas bonitas que están pasando en el presente y quizá el temor por experimentar un cambio en mi vida en donde el control está lejos de mí. Si hay algo que aprender de todo esto es a no salir corriendo cuando las cosas no salen como me gustaría que fueran, o en su defecto ajustadas a mis necesidades. Romper con la zona de confort para eventualmente encontrar un nuevo refugio hasta que haya necesidad de salir de nuevo.

Para no ir más lejos, cumplir y atender las necesidades del día de hoy, ayuda muchísimo más a llevar una vida más relajada, aunque en sí mismo el hoy sea un caos.

Escrito por: Regina Kuri

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