Las vacaciones son ese descanso de la rutina, ese escaparse de la vida diaria para relajarse un poco. Sin embargo, no todo es ocio y diversión. En ocasiones, es el único espacio que tenemos disponible para hacer todo aquello que teníamos pendiente. No se trata sólo de deberes o de ociosidad, es posible encontrar un balance y organizarte para aprovechar al máximo tus vacaciones.
Lo primero es decidir qué es lo que quieres hacer estas vacaciones: qué pendientes quieres sacar adelante, qué actividades te gustaría realizar con tu familia, pasar tiempo con tu pareja. Todo aquello en lo que puedes aprovechar el tiempo.
Una vez determinado esto, una buena idea puede ser hacer un cronograma de actividades. No es necesario hacer un horario estricto, pero sí debes tener claridad en cuanto a los días y tiempos que le vas a dedicar a las cosas pendientes, así como al tiempo de relajación y diversión. Cuando no lo tenemos claro, es muy fácil dejarse llevar y no darse cuenta del tiempo que hemos desaprovechado.
Las vacaciones también son una oportunidad de fortalecer los lazos con tu familia, organizar actividades que todos puedan disfrutar. A veces estamos tan ocupados que, pese a estar de vacaciones, cada quien está en sus propios asuntos –viendo la tele, pasando tiempo en la computadora o atareados con el quehacer del hogar– Tener una organización que les permita pasar algún tiempo de calidad, puede tener grandes beneficios para tu familia.
Finalmente, recuerda que estar de vacaciones no significa estar inactivo. Las vacaciones pasan rápido y hay muchas formas en que puedes aprovecharlas: hacer ejercicio, convivir con tu familia, leer ese libro que no has terminado, renovar tu cuarto, conocer tu ciudad o hacer una escapada de fin de semana, lo que se te ocurra; tienes tiempo, aprovéchalo.
Escrito por: Elena Pedrozo