Escrito por: Mtra. Sophia Ourfali Jasqui P
a) Aceptación.- “acepto a mi hijo como es, no como quisiera que fuera”, muchas veces los hijos no son lo que los padres desearían que fuera, por ejemplo, el padre o madre quiere que su hijo no sea tan chaparrito y le insisten mucho que haga ciertos deportes, haciéndolo sentir que ser chaparrito no es bueno, y además hacen comentarios que los lastima como “si fueras más alto entrarías al equipo de basquetbol”, esta situación afecta a los niños porque no son aceptados y por más intentos que hagan no logran cumplir las expectativas de los padres, lo mismo pasa en situaciones como con el arte o actividades que el niño no tiene esa habilidad y los padres les exigen algo que este niño no puede realizar.
b) No hacer diferencias.- aunque es una realidad que cada ser humano es diferente, único e irrepetible evidenciar estas diferencias puede lastimar a los niños, muchas veces son comparados con sus hermanitos o compañeros de una forma devaluatoria, por ejemplo cuando una madre le dice a su hijo “si fueras un poquito más limpio como tu hermano no tendríamos tantos problemas”; comentarios así bajan la autoestima de los niños de manera importante, ya que todos los niños necesitan la aprobación de sus padres.
c) No juzgar.- una situación que se observa en la clínica con bastante frecuencia es que los niños son juzgados y poco escuchados, hay cosas que los hijos no pueden cambiar, por ejemplo en el colegio no se le dan las matemáticas y se le juzga de flojo y de tonto, los niños no necesitan ser juzgados, necesitan ser apoyados y entendidos, por eso una adecuada comunicación con los hijos es básica para que estos se sientan seguros, escuchados y entendidos
d) No lastimar.- la agresiónLos niños son el reflejo de los padres, si reciben amor, aprenderán a amarse a sí mismos y amar a los demás, si los padres les dan la fortaleza que requieren para enfrentar al mundo ellos sabrán salir al mundo y ser dignos integrantes de nuestra sociedad
física y verbal lastima el autoestima de los hijos y hay palabras que se quedan muy grabadas en las mentes de los niños que los perjudican el resto de sus vidas.
e) No etiquetar.- poner un calificativo o apodo a un niño provoca que se convierta justo en eso que nunca quiso; por ejemplo, a un niño que se le dice “el gordito” se le graba que es el gordito, entonces se le fomenta esta postura, el niño quiere ser lo que le digan para ser aprobado y hace todo por ser lo que le dicen que sea; finalmente se convierte en “el gordito” y su autoestima constantemente se ve afectada.
f) Reconocer sus cualidades.- Para darle soluciones a estas situaciones es importante que los padres conozcan de sus hijos y detecten sus cualidades, mismas que deben ser aplaudidas y alentadas.
g) Canalizar la energía.- si el niño tiene algún problema es importante salirse de este problema y canalizar la energía en actividades que sí pueda y quiera realizar, el deporte es un buen canal, al igual que la pintura; si el niño por ejemplo tiene malos hábitos alimenticios no convierta las horas de la comida en un martirio, mejor invítelo a comer con propiedad y si no resulta, déjelo pasar y platique con él de cuando usted era niño.
h) Reconocer nuestra propias limitaciones.- muchas veces la baja autoestima puede llegar a niveles patológicos, si la situación se sale de nuestras manos aceptemos con humildad que no somos enfermeras, asistentes sociales ni psicólogos para ayudar a nuestros hijos, mejor acudan a un centro de salud o con un profesional que los pueda orientar
Lo más importante es no olvidar que los niños son el reflejo de los padres, si reciben amor, aprenderán a amarse a sí mismos y amar a los demás, si los padres les dan la fortaleza que requieren para enfrentar al mundo ellos sabrán salir al mundo y ser dignos integrantes de nuestra sociedad.
Escrito por: Sophia Ourfali Jasqui
Maestra en psicología clínica y psicoterapia.
sophiarayek@hotmail.com