Trabajar de los que nos gusta, estar en el ambiente adecuado a nosotros, tener posibilidades de crear y de progresar (económica y profesionalmente), en fin, conseguir el trabajo ideal, es la meta de muchas personas.
Esto requiere emprender un camino difícil, en ocasiones obstaculizado, pero no por eso imposible. No hay nada mejor que trabajar en un ámbito donde todos nuestros sueños se vayan cumpliendo a medida que vamos creciendo como profesionales.
Todos en algún momento de nuestras vidas llegamos a estar en la encrucijada de quedarnos en el empleo que nos garantice una entrada económica estable o elegir encarar un emprendimiento o puesto laboral perfecto, que tenga que ver con nuestros talentos y motivaciones.
Pero pasa que muchas veces el miedo nos lleva a quedarnos donde estamos, y no pasamos a ese lugar que en realidad anhelamos. El problema es que esta elección, o no elección, nos predispone a padecer trastornos psicosomáticos. La frustración cobra protagonismo en nuestra vida, y el sueño de hacer eso que queremos se transforma en una utopía.
A continuación conoceremos algunas sugerencias para lidiar con estos miedos y dificultades que todos debemos afrontar en el ámbito laboral.
Antes que nada tener bien en claro qué se quiere. Aunque parece algo obvio, no lo es. Muchos jóvenes no saben con claridad qué quieren, y por eso es fundamental detenerse un instante a reflexionar que nos gustaría hacer, bajo qué condiciones laborales nos gustaría trabajar (en relación de dependencia o de forma independiente), etc. Porque cuanto más clara sea la imagen de nuestro deseo, más confianza y energía se sentirá y así será más fácil poner manos a la obra.
Luego hay que actuar y comprometerse con uno mismo. Es decir, comprometernos a cumplir con lo encarado. Se recomienda diseñar un plan de acción, como: mandar currículums, concertar entrevistas, conversar con profesionales del ámbito de nuestro gusto e insistir. De esta manera, se irá adquiriendo de forma gradual confianza y un gran deseo de querer concretar.
Otro consejo: hay que motivarse. Por ejemplo, leer biografías de líderes, estrellas del espectáculo, deportistas, etc., para así conocer las dificultades que atravesaron para llegar al éxito profesional. Eso nos da valor e ideas de cómo enfrentar nuestro sueño.
Por último, se debe tener en cuenta la insistencia. Nada se da de la noche a la mañana. La perseverancia es fundamental; quien persevera, triunfa.