Bueno pues comenzaré platicándoles un poco de mi, tengo 27 años (casi 28) y dos hijos, el grande acaba de cumplir 12 y el chiquito tiene 5, si hacen las cuentas fui mama muy joven, para ser exacta a los 15 años, pero esa será otra historia para algún otro momento. Lo que ahora quiero platicarles es cómo estoy por tomar una decisión que va cambiar mi vida y también la de mis hijos.
Después de 12 años de vivir con mi marido he decidido separarme y sí, esta decisión ya ha sido muy pensada, valorada y platicada, esto me ha ayudado a no morir en el intento, y por qué digo esto, pues porque siempre que tomes una decisión te preguntarás si en realidad está siendo la correcta y la duda te hará tal vez muchas veces ceder y darte por vencida, y no sólo en decisiones importantes de pareja, de familia, sino también en decisiones de trabajo o inclusive en decisiones que tengan que ver con tu salud. El pasar por esto me ha hecho pensar en algunos puntos que tal vez te puedan ayudar para terminar, de una vez por todas, de decidirte:
-Nunca tomes decisiones con la cabeza caliente: ésta tal vez sea la más importante de todas y esto me lo enseñó mi mamá, por lo general cuando tomas las decisiones enojada no estás digiriendo bien la situación y esto a largo o corto plazo puede llevarte por un mal camino.
-Pide opiniones: esto no quiere decir que vas a tomar la decisión en base a lo que te digan los demás, si no que un punto de vista externo te puede ayudar a ver las cosas desde afuera y desde muchos ángulos diferentes para tener una mejor perspectiva del problema.
-Y la última es, cuando ya todo esté pensado, platicado, escrito, valorado y sobre todo decidido no dudes y hazlo, verás cómo las dudas se disipan y ese hoyo que sentías en el estómago desaparacerá.
¡Suerte!
Escrito por: Rosa Ma. Monzón
Foto: surf_silvietta