“El pasado pasa para mí, en mi presente, para que pueda crecer y contactar con mi ser superior”, con estas palabras Tere Bermea me llevó a recorrer varios pasajes de mi vida durante su conferencia, junto con Arturo Orantes, sobre cómo “soltar tu pasado y construir tu futuro”.
Fue gratificante hacer este recorrido acompañada de un grupo de personas cálidas y, que al igual que yo, estuvimos dispuestas a abrir nuestros corazones para re-encontrarnos, cada quien consigo misma.
Hoy comparto contigo algunas de las ideas que nos acompañaron durante la jornada y que en encuentros anteriores, con otros maestros, he tomado sobre este tema: soltar el pasado.
¿Alguna vez te has visto entre recuerdos del pasado o en una situación que no te deja avanzar y superar la experiencia? El pasado tiene un para que, nos impulsa hacia tres movimientos: la despedida, la bienvenida y el estar. Cada uno de estos movimientos te permitirá dar pasos hacia el camino del florecer.
¿Cómo despedirse del pasado?
Muchas veces hacer este proceso nos cuesta y la razón principal de ello es por no darle sentido al dolor de la despedida, al dolor por la pérdida; porque nos cuesta renunciar a la necesidad de tener la razón, porque pensamos que vamos a perder lo vivido.
Es importante que te preguntes: ¿En quién te convertirías sin tu pasado? El pasado y la historia que nos creamos de él nos dan una identidad y, para poder hacer este primer movimiento, te invito a que te respondas: ¿En quién te ha convertido tu pasado? ¿A qué te dio paso, para qué te sirvió? ¿Qué recursos y aprendizajes te dejo?
Las respuestas que encuentres te ayudarán a “mirar con conciencia” tu propia historia, tu ser y a las personas que te acompañaron en ese trayecto de tu vida. Cuando miras aquello que antes no habías podido mirar puedes “reconocer” lo que has recibo de aquellos que hicieron posible tus experiencias. Este reconocer también te invita a validar lo que sí funcionó y recoger tu 50%, así podrás también devolver el otro 50% de aquello que no te corresponde; recuerda que las relaciones se hacen partiendo de la vinculación con otro. Cuando haces este re-conocimiento puedes “agradecer” lo aprendido, éste es un acto de humildad, apertura y alegría. Es el reconocimiento a ese otro por darnos algo que no teníamos y hacia nosotros mismos por recibirlo.
Estos tres pasos: mirar con conciencia, reconocer y agradecer te ayudaran hacer el movimiento de la despedida y prepararte para el segundo movimiento.
¿Cómo darle la bienvenida al futuro?
Para el segundo movimiento, la bienvenida, es importante que te preguntes: ¿a qué le das la bienvenida? Tu misión y visión de lo que quieres hacer te llevará a despertarte sin despertador, es el poder de reinventarte, de encontrar aquello que mueve tu existencia, de conseguir en tu corazón la respuesta: ¿a qué le digo que sí ahora? ¿A qué le digo que no ahora?
Cualquiera que sea tu respuesta, intégrala en tu corazón. Honra la decisión y camino que elijas, así como el de aquellos que alguna vez te acompañaron y que tal vez aún te acompañen; este es el paso de la bienvenida, “honrar”. Honrando puedes tomar lo que te es dado. Cuando tomas la vida y sus regalos estás lista para tu futuro y éste se convierte en tu ¡presente! Avanzas en el “saber estar”.
¿Cómo estar en el presente, en el aquí y el ahora?
El saber estar implica apreciar lo que has conseguido hasta ahora, valorar tus recursos (materiales, psicológicos y espirituales), aquello que sí tienes; dice un maestro: “si no eres feliz con lo que tienes, tampoco lo serás con lo que no tienes”.
Valorar lo que sí tienes y compartirlo equilibradamente en forma de: talentos, cariño, propuestas, límites, oficio, profesión, etc. Este es el paso para estar en el presente: “avanzar”, y esto implica ponerte en sintonía con la vida. Aquí, en este lugar, es cuando puedes ver las oportunidades que están esperando por ti y que son para ti.
¿Para qué quieres volver a “ese lugar” del pasado que te generó sufrimiento? No se abren nuevas posibilidades cuando estamos ancladas emocionalmente en el pasado. Carl Jung dice: “lo que no resuelvas en tu interior ocurrirá afuera como destino” y esta frase me recuerda ¡“el para qué del pasado”!
¡Los días pasan para ti! Para que hagas conciencia de que en cada día tienes una nueva oportunidad para soltar tu pasado y recibir tu futuro, estar en el aquí y el ahora, y en consecuencia: florecer. Recuerda que la Vida es cambio y movimiento.
Para finalizar, te regalo estas frases que Tere compartió con nosotros en su conferencia y lo que me inspiró a escribir este artículo: “Querido pasado, Gracias” (Adiós), “Querido presente, te escucho” (Hola), “Querido futuro, estoy lista para…” (Aquí Estoy). Es el fin del principio, el principio del fin.
Yaraida Carolina Moreno Luna