Los niños crecen cada día más rápido. De pronto te das cuenta que tu pequeño pasa de ser totalmente dependiente, un niño curioso, de olor dulce, a un chico rebelde que todo lo sabe: un adolescente. El tiempo pasa muy rápido a veces. Sin embargo, recuerda que no debes dejarlo pasar, pues los años en los que puedes inculcar un sentido de responsabilidad son de los 3 años hasta los 16.
Cuanto antes mejor
En cuanto los niños empiezan a desarrollar un sentido de sí mismos pueden comenzar a asumir algunas responsabilidades. Si utiliza sus juguetes, tienen que levantarlos al terminar. Es importante enseñarles que deben terminar todo lo que comienzan, y a medida que crecen lo harán por iniciativa propia. En la adolescencia parecen olvidar un poco esta parte, por lo que es de muy grande importancia que lo reafirmes.
Enseñarles a resolver problemas
A medida que el niño madura debe aprender a manejar la frustración y a solucionar por sí mismos los problemas. Si desde niños se los enseñas, tendrán menos problemas para hacerlo cuando llegue la tan temida adolescencia. Anímalos a que hablen de lo que les causa conflicto, pregúntales lo que piensan y guíalos para resolverlo. Aunque tal vez tome más tiempo que si tú misma lo solucionas, estarás fomentando su pensamiento crítico y la comunicación, así como una noción de hacer su mejor esfuerzo hasta dar con una solución.
Tener buenas calificaciones
La escuela es una parte muy importante de la vida de toda persona. No se trata de que saque puro diez, sino de que sus notas reflejen que hace su mejor esfuerzo. Nunca permitas que se vuelvan perezosos o conformistas, pero tú como madre debes aprender que en ocasiones es importante reconocer el esfuerzo aunque a veces no se logre el objetivo por completo. Si a él o ella no se les da una materia y de pronto trae a casa un 8 de calificación, es recomendable reconocer su logro aunque no sea la nota más alta de la boleta.
Enséñales a respetar a los demás y sus posesiones
Anima a tus hijos a respetar a los demás, tanto su espacio personal como sus pertenencias. Desde niños deben aprender que existen límites en casa y fuera de ella. Algo que se aprende bien nunca se olvida, y no romperá las reglas con tanta facilidad ni rebasará tantas líneas en la adolescencia si tiene un sentido sólido de los límites.
Cómo ser un buen amigo
Esto es de las enseñanzas más importantes que puedes darle a tus hijos, desde niños pero sobre todo en la adolescencia. Habla con ellos acerca de lo que ven en la televisión y en su vida cotidiana sobre el comportamiento de un amigo bueno y uno que no lo es. Muchas personas desean tener aunque sea un buen amigo, pero no se preocupan por ser uno. ¿En qué grupo quieres que esté tu hijo?
No lo sobreprotejas
Los niños y los adolescentes deben aprender a asumir las consecuencias de sus actos. A veces nos es difícil evitarlo, terminamos resolviéndoles problemas u obligándolos a hacer lo que creemos que es mejor para ellos. No se trata de exponerlos al peligro o a que se hagan daño, pero en ciertas ocasiones es importante que ellos aprendan de sus errores. Dicen que nadie escarmienta en cabeza ajena, y en el caso de los adolescentes es una gran verdad.
Predicar con el ejemplo.
Los padres que caen en “haz lo que digo porque yo lo digo” a menudo son los que se enfrentan más a la rebeldía o apatía de los adolescentes. Si no puedes hacer que escuchen tus palabras, entonces déjalos aprender de tus acciones.
Escrito por: Ask Anna
