La rutina en la pareja es uno de los peores enemigos, incluso hasta puede ser peor que una infidelidad por parte de alguno de los integrantes de la relación y a veces la rutina, es causa de ella.
La pareja entra como en una especie de línea recta en la que la falta de sobresaltos positivos y excitantes cae en un estado de resignación y costumbre, lo cual es muy complicado de revertir si realmente no se implican las dos personas.
Esto es más común en las parejas que tienen hijos pequeños ya que en estos casos siempre se intenta seguir adelante aunque no sea el deseo de los adultos. Por lo mismo, la falta de tiempo para estar a solas con tu pareja, las responsabilidades del día a día, el dejar de compartir momentos agradables o actividades, va creando un distanciamiento en la relación, lo que en muchas ocasiones termina en infidelidad, falta de deseo sexual e incomunicación.
Este último es un grave error y bastante frecuente, si hay algo que no debemos dejar es de comunicarnos con nuestra pareja, si damos por supuestos motivos, silencios, miradas o interpretaciones, lo único que hacemos es mantener ese estado.
Hay que sincerarse mutuamente, sacar lo que realmente siente cada uno y le está pasando con respecto al otro.
Citarse, quedar al menos una vez al mes para salir a bailar, a comer, al cine, al teatro, compartir aficiones solos, sorprender con prendas eróticas, juguetes sexuales, con una noche romántica u obsequiarle con un detalle, sin motivo, simplemente para hacerle sentir bien pueden ser tips para un re-comenzar.
Es fundamental ir los dos en la misma dirección, ponerse de acuerdo y avanzar aunque para ello sea necesario la ayuda de un profesional.
