Se suele creer, erróneamente, que la amistad está reñida con el amor. Sin embargo, existen teorías que basan la estabilidad de las relaciones sanas de pareja en un cierto grado de amistad, pues éste es el pilar del respeto y la sinceridad. Sin estos dos elementos, nunca existirá confianza.
Pero, ¿es posible una amistad real dentro de una relación amorosa? Ésta es una cuestión difícil de responder, pues se trata de un tema muy subjetivo sobre el que cada pareja tendrá una opinión distinta. Aunque, como hemos indicado anteriormente, algunos expertos aseguran que la amistad es la base del éxito en una relación amorosa y aconsejan firmemente fomentar este sentimiento.
Esto conlleva un esfuerzo por parte de ambos, pues alcanzar la verdadera amistad requiere tiempo y dedicación. Cada persona entiende su significado de una forma distinta, pero sí existen algunas pautas comunes que nos ayudarán a ser amigos de nuestra pareja.
Para empezar debemos desechar cualquier actitud egoísta respecto al otro. Tanto el amor como la amistad significan compartir no sólo cosas materiales, sino también distintos sentimientos y emociones. Es muy importante, además, compartir confidencias y ser siempre sinceros, pues el engaño y la traición son los asesinos de cualquier relación. Si queremos ser amigos de nuestra pareja, establecer una buena comunicación y un alto grado de confianza es primordial.
Pero las palabras no suelen ser suficiente. Es necesario demostrar esta complicidad de la que hablamos mediante hechos, compartiendo los mismos valores y respetando la forma de vida y opiniones del cónyuge. El apoyo también es incondicional, por lo que animarle con sus objetivos y sus planes reforzará vuestra amistad.
Y, al mismo tiempo, que la lealtad es el mejor aliado de la amistad, la competencia y los secretos son su peor enemigo. Hay que evitar los celos injustificados y las envidias, pues en las relaciones maduras la alegría del otro son motivo de felicidad también para quien le ama.