Cuando una relación empieza está enmarcada por el encanto, la magia, el romanticismo, un amor intenso que deseas y esperas que sea para siempre, ¿y por qué no habría de serlo?
Pero el tiempo pasa y esa pasión inicial, ese fervor, encantamiento y mágico romanticismo comienza a desaparecer… y eso no quiere decir que el amor no siga ahí, pero algo ha cambiado. ¿Cómo recuperar la pasión del amor?
Si para esa nueva persona en tu vida, eres “la mujer que siempre esperó” o eso dice, todo debiera ser perfecto, pues él es también la persona con quien siempre soñaste para realizarte como mujer en toda su plenitud.
En esos momentos de suprema felicidad no pensamos que una vez pasada la etapa del enamoramiento llegaremos a otra un poco más difícil. Conocernos el uno al otro con defectos y virtudes; ahora ya no eres la novia, la que tenía un horario o días señalados para verlo, ahora eres la esposa con obligaciones diferentes.
No es que el encanto se rompa, es que la emoción y la pasión inicial están pasando a otro ciclo, a otra dimensión de la relación como pareja; no sabemos o no nos damos cuenta cuando las cosas empiezan a cambiar, pero damos por sentado que de una u otra forma, la relación esta allí y que será para siempre.
¿Pero qué pasa cuando la relación se queda estancada sin que haya ninguna evolución? Cuando nos quedamos en estupor, preguntándonos a nosotras mismas, “¿qué fue de ese amor?”, “¿dónde quedó el romanticismo?” Si hasta hace poco el amor estaba en todas partes, en todos los rincones de nuestra vida, ahora estamos buscando la manera de tapar los agujeros de la rutina por donde se nos escapa el amor de esa persona que es todo para nosotras.
Cómo recuperar el amor de pareja:
Detente un momento, busca las formas de recapturar la magia, para recapturar al hombre de quien te enamoraste, el amor yace en un rincón de nuestro corazón esperando a despertar, a ser sacudido por la ilusión y la pasión.
1. Sé tú misma de nuevo.
2. Recuerda la sonrisa que estaba en tu rostro cuando lo conociste.
3. No te dejes absorber por la rutina.
4. No te quedes entumecida esperando por un milagro, el amor se nutre y se fortalece con la comunicación.
5. No dejes al amor sentado en el sofá, esperando a ser encontrado, encuéntralo tú misma.
6. Recuerda que es la pareja que escogiste y que igualmente él fue quien te escogió para compartir la vida.
7. Busca los momentos de quietud, cuando los niños se vallan a dormir, para reencontrarte con tu pareja.
8. Vive tu relación como si fuera el último día.
9. La vida de pareja es de dos, tómale en cuenta para todo y en todo.
10. El futuro de la relación, es la responsabilidad de ambos, no pretendas absorber todas las obligaciones tú sola.
Recuerda que el estar casada no significa que descuides tu arreglo personal; espéralo con una sonrisa. El matrimonio no significa esclavitud, es compartir de los buenos y los malos momentos juntos; en un aceptarse tal como somos, tolerando nuestra diferencias; nos enseña a respetarnos y aceptarnos mutuamente, sin olvidarnos que no debemos pretender cambiar a nuestra pareja ni aceptar que nos quieran cambiar. Habrá momentos difíciles, son parte de la vida diaria. No busques quién tuvo la culpa, porque al final, la mayoría de veces, hay un 50% de culpa o de incomprensión por ambas partes.
Lo mejor es enfocar energías y atención en encontrar soluciones, dialogar y tratar de entender las razones de ambos, reafirmando cuantas veces sea posible que se aman y que están dispuestos ambos a poner lo mejor de sí mismos para que la relación funcione y se mantenga sobre esos cimientos fuertes que una vez edificaron juntos.
Recuerda que nunca alcanzaremos la perfección en esta vida terrenal, pero es nuestra labor hacer lo posible por mantener la paz y tranquilidad. Tenemos una personalidad definida, somos como somos, desde antes que ese alguien significativo apareciera en nuestra vida, a pesar de nuestras diferencias, podemos compartir nuestra felicidad y por supuesto criar a una familia feliz.
Escrito por: Amanecer cautiva del amor.