A las mujeres les encanta la lencería; para algunas es un verdadero deleite verla, comprarla, y sobre todo usarla. Las hace sentir hermosas y sensuales a cualquier hora del día, a pesar de que la mayor parte del tiempo va cubierta por la ropa. Por otro lado, hay muchas otras que les gusta verla, que incluso la compran, pero que no se la pondrían porque creen que no lucirán bien. Esto no necesariamente tiene que ser cierto.
La lencería cumple un doble rol cuando la traemos puesta. Las dos razones principales por las que la usamos representan la esencia misma de la mujer. Por un lado buscamos sentirnos bellas y sensuales, para nosotras mismas. Y por el otro, queremos vernos lindas y atractivas para ellos. Pensamos en nosotras y en los demás a la vez.
Cuando nadie la ve
Lo que traes debajo de la ropa puede ser indicador de muchas cosas. Si te la pones sin importar qué día o qué hora tiene mucho que ver con un alto autoestima y el deseo de verte y sentirte sensual. Aunque sabes que nadie puede saber a ciencia cierta lo que traes, tú transmites esa energía y sensualidad.
También puede interpretarse como que eres una persona que tiene un lado sensual oculto que por alguna razón no quiere (o no se atreve) a revelar tan abiertamente.
Cuando no te pones la lencería, aunque te guste, puede ser interpretado como que no estás a gusto contigo misma. Tal vez sientas que si tienes unos kilitos de más o estás muy delgada no se te verá bien. En este caso, no se trata de que te ajuste perfectamente como a las modelos de revista. A muy pocas les queda así. La lencería solo puede ser tan sensual como la mujer que la trae puesta. Así que dile adiós a las inhibiciones y deja que tu interior hable por ti.
Cuando es para seducir
A los hombres les encanta una mujer que se pone lencería. Ellos son muy visuales y se sienten atraídos por estos atuendos que ponen su imaginación a volar. Muchas veces nos preguntamos por qué usamos lencería si a la “mera hora” nos la quitan. La realidad, es que esto es como un regalo para ellos, que si viene en una envoltura provocadora solamente les genera un deseo más intenso de ver qué hay ahí. Ninguna sensación supera esto.
Y de nuevo, el atuendo sólo resalta la sensualidad de la persona que lo trae puesto, sin importar si es blanca, morena, delgada o rellenita. Ellos aprecian el detalle de cualquier manera, y en esos momentos, los detalles que ante tu espejo se ven tan intimidantes no resultan tan relevantes.
Así que, ¿por qué no lo intentas y nos cuentas cómo te fue?
Escrito por: Nahiely Aquino