¿Qué tipo de relaciones amorosas tienes o has tenido? ¿Cómo es tu comunicación en el amor? ¿Agresiva? ¿Sumisa? ¿Asertiva? ¿Tienes éxito en lo que emprendes en el terreno amoroso? ¿O siempre te quedas como Cenicienta esperando que vengan a buscarte?
Entérate en este artículo, qué hacer y qué no hacer, para que el Amor sea una experiencia saludable.
Cuando decidimos iniciar una relación de pareja, creemos en principio que somos dos tiernas almas dispuestas a fundirnos en una bella y única persona. Sin embargo, esos son los efectos del enamoramiento; pasado el tiempo del descentramiento del yo todo vuelve a la normalidad, y esos ojos que veían sólo al amado, recobran la vista y empiezan a observar al mundo.
Aunque muchos crean que es lo peor del AMOR; es lo mejor que nos puede suceder, porque se abre la oportunidad de “amar con los ojos abiertos” parafraseando un poco al autor Jorge Bucay, que ha escrito un libro muy recomendable que así se llama.
En este despertar, la comunicación es la base de la relación. ¿Por qué digo esto? Porque somos seres dialógicos, y somos en función de los otros; la existencia del otro, justifica la nuestra. Siempre estamos comunicando, sea en forma verbal o no verbal a través de los gestos, del silencio, de la mirada, del lenguaje del cuerpo. Pero pocas veces estamos atentos a lo que decimos “sin decir”; ese mensaje sin voz se nos escapa del cuerpo, como el agua que busca seguir su curso.
Por eso es importante “saber comunicarse en forma asertiva”. El comunicador asertivo, es un ser que ha sabido con sus experiencias e intercambios en el mundo a “afirmar su personalidad”; a partir de ello todas las cartas están en la mesa; el asertivo sabe lo que quiere, lo que no quiere, cómo lo quiere, y hasta puede decir No sin desarrollar cargo de conciencia alguno.
¿Para qué ser asertivo en el amor? Para respetarnos y respetar al otro; para entender que somos diferentes, y que esa diferencia es irreparable; pero que lejos de verse como una imposibilidad de acercamiento, deberemos tomarla como una oportunidad de desarrollo y aprendizaje.
Ser una mujer asertiva te potencia la inteligencia emocional y la belleza; porque te hace ver segura y confiada. Una mujer con esta característica es una mujer valiente, arriesgada, directa, oportuna, y activa.
¿Tú eres asertiva? ¿Amas de forma asertiva?
Te voy a dejar unos tips para entrenar tu actitud y comunicación en el camino de la asertividad; son ejercicios fáciles de lograr, sólo tienes que poner empeño en hacerlos día con día.
¡Recuerda que la práctica hace al monje!
Entrenando tu actitud hacia la asertividad:
- Elimina frases o creencias que te castiguen o posterguen, tales como: Yo no lo merezco; Que otro lo haga porque yo no sé; No me siento suficiente para tal o cual cosa; No soy yo, es lo que tengo puesto lo que me hace ver joven y guapa; Mis sueños no son importantes; Para mí lo primero es mi familia y luego sigo yo; No me gusta decir NO porque no quiero que la gente se sienta mal.
- Reconoce en ti tu errores, haz una lista de ellos, pero quiero que aprendas a hacer una lista doble de tus virtudes; es tiempo de que aprendas lo que vales.
- Escucha tus necesidades, cuídate y respétate; deja de hacer cosas “por quedar bien”; con la única persona que necesitas quedar bien es contigo misma
- Establece límites, empezando por ti, deja de postergar lo que es importante para tu vida, y sólo HAZLO.
- Comprende que tú eres merecedora de abundancia, por lo tanto búscala, genérala.
- Aprende a pedir apoyo y reconoce que no eres perfecta, que eres humana, pide en lugar de esperar a que algo suceda.
Escrito por: Chuchi Gonzalez
