Al alcanzar los 35 años de edad, comenzamos a notar ciertas apariciones de arrugas y surcos en la piel de la cara que nos empiezan a incomodar, y es ahí donde inicia nuestra exhaustiva búsqueda por encontrar la fórmula que impida el reflejo del paso de los años sobre nosotras.
Luego, nos empezamos a irritar por la aparición de manchas y tonos de piel más opacos, y nos damos cuenta que poco a poco, la piel ha perdido elasticidad y firmeza, a causa del bajo nivel de hidratación y a la oxidación celular.
En relación a la oxidación, se puede afirmar que su principal causa es la desnaturalización molecular. Proceso que tiene que ver con un debilitamiento de la pared celular, cuya causa es la destrucción del colágeno y la elastina por parte de los radicales libres, los cuales provocan que la epidermis pierda elasticidad y firmeza. Se reduce considerablemente la capacidad de regeneración de la piel, aumentando las arrugas.
Aunado a esto, la renovación de las células de la piel se da con mayor lentitud, siendo un problema que se intensifica con los años. Al hacer más lenta esta renovación celular, el tejido epidérmico comienza a hacerse más fino y, por consiguiente, más frágil frente a lo agentes externos.
Actualmente se utiliza la corriente galvánica con fines estéticos para detener o aminorar los efectos del envejecimiento y obtener una regeneración celular más efectiva.
Corriente Galvánica
La corriente continua es aquella cuya dirección es constante. En ella, el flujo de cargas se realiza en el mismo sentido. En las aplicaciones médicas, se utiliza un tipo de corriente que, además de continua, es in interrumpida y de intensidad constante. A esta corriente se la denomina galvánica. Y actualmente existen aparatos portátiles de corriente galvánica que emplean pilas como fuente de alimentación.
Las respuestas fisiológicas derivadas de la estimulación galvánica son los cambios electroquímicos que se producen en las células y tejidos. Debido al flujo de la corriente galvánica, el efecto directo se limita a los tejidos superficiales (piel fundamentalmente). Con el nombre de iontoforesis es como se conoce la propiedad de la corriente galvánica de introducir en el organismo iones (partículas cargadas eléctricamente constituidas por un átomo o molécula ) colocados en el los aparatos utilizados para hacer esta estimulación. Los iones atraviesan la piel penetrando a través de los orificios de las glándulas sudoríparas, sebáceas y folículos pilosos. La penetración es menor de 1 mm; la absorción más profunda se produce mediante la circulación capilar y el transporte hacia otras membranas.
La mayoría de los iones se difunden a la dermis, para posteriormente penetrar en los capilares y llegar al torrente sanguíneo, desde donde se extienden al resto del organismo, en concentraciones muy pequeñas, estimulando a las células para una más rápida y continua regeneración celular. Por consiguiente se obtiene una mayor elasticidad en la piel y circulación sanguínea misma que ayuda a eliminar toxinas y radicales libres regenerando poco a poco los tejidos y deteniendo el paso del tiempo.
Escrito por: Adriana Espinosa
