El riesgo, como la belleza, está en los ojos del que mira. Un proyecto creativo o comercial que quizá parezca arriesgado o peligroso desde afuera puede parecer por entero diferente para la persona que está en él. La variable oculta es la dedicación. Dedicarse de lleno a iniciar un negocio puede ayudar a vencer muchas dificultades.
Para Larry Wilson, del Pecos River Learning Center, el problema es el siguiente: “Si siempre haces lo que has hecho siempre, siempre obtendrás lo que has obtenido”. Eso produce cero crecimiento, es decir, estancamiento.
El antídoto consiste en darse cuenta de que: “Si siempre piensas de la manera en que has pensado siempre, harás lo que has hecho siempre”. Por esa razón, afirma Wilson, “nosotros ayudamos a las personas a pensar en los riesgos de una manera diferente, para que no sean tan temerosas. No siempre puedes librarte de toda ansiedad que rodea al riesgo, pero puedes reducirla mucho”.
Cualquiera que sea el ámbito, la ansiedad que se crea al anticipar el riesgo que se va a correr se origina en fantasías exageradas de fracaso y catástrofe. Y para quitar tal pensamiento se necesita un cierto grado de fe.
Fuente: Goleman, Daniel. El espíritu creativo.
¿Qué tan arriesgada te crees?