¿Falda o pantalón? ¿Negro o rosa? Cada mañana frente al armario nos enfrentamos al dilema: ¿qué me pondré hoy? Dependiendo de nuestro ánimo podemos pasar horas probando cientos de combinaciones o ponernos lo primero que salga. Y es que no sólo se trata de que las prendas luzcan bien o combinen; la ropa va más allá de lo que nos ponemos, es parte importante de la impresión que dejamos en las personas y dice mucho de cómo somos. ¿Reconoces cuál es tu estilo?
Conservadora– Siempre optas por los tonos neutros, el look clásico y accesorios minimalistas. Líneas simples y curvas fluidas. Reservada y femenina.
Clásica y elegante– Tu instinto te permite ser distinguida pero al mismo tiempo casual. Eres chic pero fácil de tratar. Sabes que lo clásico nunca pasa de moda.
Glamorosa– Siempre vistes ropa de marca y de última moda. Esto te brinda estatus y te muestra como una persona exitosa, segura y combativa.
Llamativa– Usas ropa atrevida y colores vistosos que te ayudan a declarar que eres alguien que se destaca del montón. Te gusta tomar riesgos. No te llama lo sutil.
Coqueta– Te gusta ser femenina, romántica y seductora, buscas prendas divertidas que te resalten. Consigues ropa que se amolda a tu cuerpo.
Casual– Vistes cómoda. Eres flexible y segura de ti misma. Sencilla pero con un pequeño toque de distinción.
Deportiva– Siempre vistes con ropa para ir al gimnasio, los pants son tu atuendo indispensable. Te adaptas y vas por la vida sonriendo y despreocupada.
Escrito por: Revista SuperMujer