Muchas mujeres tienen deseos de encontrar a su príncipe azul o a su media naranja. Es un sueño que nos representan constantemente en los libros, revistas y televisión.
Fantasean con conocer un hombre que sea perfecto, con el cual casarse y ser felices para siempre.
En realidad es algo romántico y deseable, así que cada vez que tienen la oportunidad de salir a convivir socialmente (fiestas, comidas, reuniones, bares, etc.) se arreglan durante mínimo una hora en el espejo “por si está” en el lugar al que irán.
Todo eso está muy bien, pues una nunca sabe dónde estará el amor de su vida. Los problemas vienen cuando el amor de su vida presenta alguna de las siguientes 2 características:
1. Nada más no aparece
2. Todos los hombres son el amor de tu vida.
Cualquiera de las 2 características anteriores se debe sin duda a que NO HAS DEFINIDO QUÉ ES LO QUE REALMENTE QUIERES.
Sí, piénsalo bien. Exploremos el primer punto…
Puedes conocer a diferentes chicos que te presentan tus amigas, gente del trabajo, amigos de la infancia o conocidos de algún evento; pero ninguno de ellos te llena. A todos les ves un defecto y lo haces gigante, por lo que lo desechas al poco tiempo de salir con él.
Te quedas pensando “¿por qué ya no hay buenos que valgan la pena?” o la que una persona que asesoré hace poco me decía “Todos los hombres que valen la pena están casados o son gay”.
Vamos ahora con el segundo punto…
Te presentan un chico, te enamoras. Entra un nuevo compañero a tu oficina, te enamoras. El nuevo vecino te sonríe cuando se cruzan en la escalera, te enamoras. Y la peor, tu amiga estrena novio y también te enamoras de él o de su hermano.
Y te quedas pensando “¿Seré yo la que no vale la pena?”, “Tal vez estoy muy narizona/fea/vieja/gorda/alta/chaparra/flaca/joven como para que alguien me haga caso”.
Pues bien, para que no te pase esto y puedas encontrar a un hombre que valga la pena y también sentir que tú vales la pena necesitas SABER LO QUE QUIERES.
Vamos a seguir un camino de 3 pasos para que comiences a tener más éxito en tus relaciones:
1. En primer lugar define realmente lo que quieres. Trata de imaginar con gran detalle las características de tu hombre ideal. No te quedes tanto en el aspecto físico, sino concéntrate más en su forma de ser, en su estilo de vida, en sus gustos.
¿Qué cosas te gustaría tener en común con él? Tal vez te guste mucho la playa y te encantaría poder ir con él y disfrutar todo el día del rayo del sol.
¿Cuáles son las características que no podría dejar de tener? Por ejemplo, podría no tener tanto dinero, pero no soportarías que fuera desordenado.
Date el tiempo suficiente para tenerlo bien claro. De esta manera, cuando conozcas a alguien, podrás hacerle preguntas encaminadas hacia esos temas y darte cuenta si va de acuerdo con lo que quieres.
2. En segundo lugar analiza qué es lo que tienes por ofrecerle y qué puedes mejorar. Hay gente que dice “nada es gratis en esta vida”. Pues si tú buscas a tu hombre ideal, también él estará buscando a su mujer ideal. ¿Qué crees que ese hombre que te imaginaste en el punto 1 busca en una mujer?, ¿cuántas de esas características tienes tú?, ¿De las que no tienes, cuáles puedes desarrollar?
Cuando conozcas al siguiente hombre que te guste, después de explorar qué tiene por ofrecerte, demuéstrale qué tienes tú por ofrecerle. Descubre tus mejores atributos y sé consciente de ellos. Puede ser que tengas por ahí algo que tal vez aún no te des cuenta y lo puedas explotar.
3. Ahora sí es tiempo de ir en busca de él. Esta es la etapa en la que has estado hasta ahora. Sales a buscarlo, pero no lo encuentras porque no sabías lo que querías. Pues bien, no habrá más oportunidades perdidas.
¿Sabes dónde se encuentra ese hombre que buscas? No siempre es verdad eso que te dicen tus amigas o que has creído por años. El popular dicho de “en un bar no vas a encontrar al amor de tu vida” puede ser totalmente falso. Conozco a mucha gente que ha conocido a su marido en un bar o antro y son felices. No es el lugar el que determina cómo es el hombre, sino su personalidad. Así que date la oportunidad de conocer a los chicos que se acercan a platicar contigo, hazles un par de preguntas y si no te convencen, puedes decirles que estabas buscando otra cosa. No es necesario ser ofensiva, pero si luego de 10 minutos de plática no hay cosas en común o no se crea algo atracción, no pierdas tu tiempo. Puede que en el mismo lugar se encuentre alguien que sí sea compatible contigo.
No pierdas más tiempo y oportunidades. Pensar qué es lo que buscas y qué es lo que ofreces no te lleva mucho tiempo y te trae muchos beneficios. Vale la pena hacerlo!
Alan Arriaga
Sociedad Especialista en Imagen y Seducción
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