Escrito por José Luis Vázquez
Ciertamente, nuestra existencia ha sido impregnada de una serie de creencias, tabúes, mitos e imposiciones que han contribuido al deterioro de nuestra salud mental y han dificultado el desarrollo de una vida más placentera. Miles de años y de bárbaras experiencias nos han legado un “brillante” y extensísimo catálogo, orientándonos debidamente sobre el comportamiento sexual y amoroso.
Todo esto ha hecho posible que hayamos almacenado en nuestra memoria aquello que hemos sido incapaces de ofrecer y compartir con total naturalidad, apenas si nos hemos dado oportunidad alguna para vivir nuestra intimidad con total libertad. Sin olvidar, claro está, las enormes dificultades que encontramos para reaccionar ante una Historia tan triste, que se apoderó no sólo de nuestras mentes, sino también de nuestros cuerpos.
Caminamos sobre el agua, sin poder cruzar a la otra orilla. Guiándonos por huellas en las que no reconocemos nuestras pisadas. Esperando poner en práctica todo un universo de normas y pautas, esperando que la razón guíe nuestros instintos, esperando que el corazón se oxide, y esperando que el dinero entre por la puerta y el amor salga por la ventana.
Tanto el amor como el sexo se convierten en uno de los últimos refugios donde podemos alcanzar la aprobación de otras personas y recibir el reconocimiento, sin el cual, las dudas y la incertidumbre nos sostendrían con dificultad.
Y dificultades son, a tenor de los hechos, las que esconden nuestras vidas cuando intentamos comprender el sentido que damos a las relaciones sexuales y al comportamiento amoroso, incapaces como somos en muchas ocasiones de reconocer la difusa imagen que refleja el espejo. Estrategias mutiladas por el abismo del deseo. Soledades que no descansan.
La historia del amor y la historia del sexo nos brindarán una oportunidad para que vayamos descubriendo las transformaciones más importantes, aquéllas que han hecho posible que hoy reaccionemos de una forma determinada en la relación con los demás.
Desde esta sección cuestionaremos particulares formas de entender este mundo que parece estar concebido para equilibristas. Repasaremos otras formas de entender la vida sexual; nos acercaremos a todo un mundo de preocupaciones, miedos e incluso temores. Compartiremos vuestras opiniones, que servirán para que podamos elaborar en compañía un marco de reflexión que dé cabida, además de a la información, al debate, sin el cual careceríamos de la capacidad de comprensión necesaria para tratar aspectos que en infinidad de ocasiones se mantienen ocultos.
Se trata, en definitiva, de superar un importante compromiso con la propia vida. Compromiso que ya vio la luz con la revolución sexual, que sigue vigente con la lucha que mantienen millones de personas (casi todas mujeres), y que esperemos continúe desde esta sección.
Intentaremos recorrer este pequeño mundo con el único propósito de lograr sonreír más a menudo, y reconocer en nuestros cuerpos desnudos pequeñas historias inolvidables.
Escrito por José Luis Vázquez
Para más información: sociologia-del-amor@hotmail.com