La presión arterial alta (hipertensión) es un importante factor de riesgo para el desarrollo y empeoramiento de muchas complicaciones de la diabetes, incluyendo problemas de la vista y enfermedades renales. La mayoría de las personas con diabetes tienden a tener presión sanguínea alta.
Tener diabetes incrementa el riesgo de desarrollar presión arterial alta y otros problemas cardiovasculares, ya que la diabetes afecta negativamente las arterias y predispone a la aterosclerosis (endurecimiento de las arterias).
La aterosclerosis puede causar presión arterial alta, que si no es tratada, puede conducir al dañar los vasos sanguíneos, apoplejía, insuficiencia cardíaca, ataque cardíaco o insuficiencia renal.
Las personas con hipertensión tienen un mayor riesgo de:
- Enfermedades arteriales coronarias (cardiopatía)
- Accidentes cerebrovasculares
- Enfermedades vasculares periféricas (endurecimiento de las arterias en piernas y pies)
- La insuficiencia cardíaca
Incluso la presión arterial que está en un intervalo superior al normal, llamada pre-hipertensión (definida como 120 a 139/80 a 89) afecta a la salud. Estudios han demostrado que las personas con pre-hipertensión, en un período de 10 años, tienen un riesgo de dos a tres en desarrollar una enfermedad cardíaca.
Tener la presión sanguínea dentro de un rango normal es tan importante como controlar los niveles de azúcar en la sangre.
Para ayudar a prevenir la hipertensión es riguroso:
- Controlar el azúcar en la sangre
- Dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol
- Comer sano y mantener un peso corporal adecuado
- Hacer ejercicio
- Limitar el consumo de sal
- Visitar al médico con regularidad