Con la aparición de los primeros dientes del bebé, es momento de comenzar a cuidar la higiene bucal del bebé y de cepillar sus dientes un par de veces al día. ¿Cómo? ayudándote de una gasita húmeda y empezar a cepillar sus dientes a partir de los12-18 meses con una pasta de dientes sin flúor, tanto por la parte exterior de los dientes como por la parte interna de los mismos.
Aunque hasta los dos años, no tiene autonomía propia para cepillarse los dientes, es necesario dejarle que utilice el cepillo para que se vaya convirtiendo en un hábito diario. Su primer cepillo debe de poseer cerdas finas y con las puntas redondeadas, para que no se lastime las encías.
La manera adecuada de hacer que el niño comience a usar el cepillo es proporcionándole uno, llamativo y colorido. Los hay de formas y colores variados, que llamen la atención del niño y que ayudan a que limpiar los dientes se convierta en un juego.
A diferencia del cepillo de dientes del bebé, el cual, deberá de poseer el mango grande, el cepillo de dientes de un niño a partir de dos años, deberá de poseer un mango adecuado a sus proporciones, de cerdas finas y redondeadas y dispuestas en tres filas y con un tamaño que se adecúe a las dimensiones de su boca.
Para evitar que los niños cojan caries, será necesario, cepillar los dientes después de cada comida, durante 2 o 3 minutos y cuidar su alimentación, evitando así, el exceso de azúcar, golosinas, caramelo. Elegir alimentos ricos en calcio, como la leche, el yogur, el pescado con espinas y el brócoli y alimentos ricos en vitamina D, como el salmón, sardina, caballa y atún, así como los cítricos -naranja, limón-pomelo-, kiwi, pimientos, vegetales de hoja verde y tomate.
Por: Gema