Nuestro hogar es mucho más que un refugio. Es el espacio donde podemos ser nosotros en toda la extensión; entre paredes que brinden la tranquilidad, inspiración y relajación después de un arduo día. Es por eso que personalizar nuestro espacio, darle ese toque único y especial, nos puede ayudar a disfrutar aún más nuestro hogar.
Por supuesto, no es lo mismo elegir la decoración para un espacio que compartes a uno que es para ti solo, por lo que lo primero será tomar en cuenta los gustos de todas las personas que compartirán el espacio. Llegar a un acuerdo para que los espacios comunes sean al mismo tiempo, agradables para todos y reflejen la personalidad de cada uno, de tal forma que sea un espacio armonioso, agradable y funcional.
Ahora bien, ¿cómo debes diseñar tu espacio? Eso dependerá de tus gustos y necesidades. No existen reglas que apliquen a todos los casos, pues hay muchos factores a considerar. El espacio del que dispones, las funciones que buscas que cumpla, el tipo de decoración que más te gusta, entre un montón de etcéteras. Sin embargo, existen algunas recomendaciones que vale la pena considerar:
- Una iluminación adecuada siempre ayuda.
- Debe haber espacio suficiente entre los muebles para un buen flujo y movilidad.
- Ordenar el espacio es un buen primer paso para estimular tu creatividad y darte cuenta de todas las posibilidades.
- Agregar algunas plantas puede dar más vida a la habitación; si no te molesta cuidar de ellas.
- Los espejos y tonos claros ayudan a brindar una sensación de mayor espacio.
- Las fotografías dan un mayor sentido de identidad a tu espacio y qué mejor si eliges unos marcos que realcen el espacio.
- No es necesario que hagas cambios grandes o complicados; a menudo los pequeños detalles pueden hacer una gran diferencia.
Diseñar nuestro espacio al gusto, favorece que tengamos una mayor disposición a mantenerlo ordenado; lo que a su vez es un gran beneficio para nuestra mente, pues nos sentimos menos estresados, más inspirados y relajados.
La decoración es un proceso constante, pues a medida que nosotros cambiamos también lo hacen nuestros gustos, por lo que conviene estar siempre abiertos a nuevas opciones. Sobre todo, disfruta el proceso, pues a fin de cuentas se trata de poner tu sello en un espacio para que lo disfrutes más.
Escrito por: Elena Pedrozo