Escrito por: Regina Kuri
Hablaba con una mujer que me llamó para hacerme una consulta acerca de su hermano, y casualmente terminamos hablando del amor. De lo que es el amor, no el enamoramiento y la fantasía, sino lo que es el amor realmente. Me platicó que ella está con una pareja que no desea tener hijos, y ella muere por tenerlos. Varias veces repitió que se aman con locura, pero que esa diferencia ha venido a crear grandes conflictos en su relación. Lo que me lleva a pensar: ¿dónde está el amor, cuando él no le da lo que ella quiere, y ella demanda lo que él no puede dar?Creo que resulta ser un ejemplo algo radical, sin embargo perdemos de vista lo que significa realmente el amor. Lo confundimos con posesión, satisfacción inmediata, satisfacción del ego, sexo y muchas cosas más.
Olvidamos que amor es dar no decir. Tampoco significa negarse a uno mismo por el otro, cada individuo tiene necesidades y personalidades distintas al otro. El negarse al otro puede ser por imposición o decisión. El ceder a todo tampoco es amor, al menos no en mi opinión.
Nos encanta la idea del amor, pero no todos sabemos hacerlo bien. Aunque tampoco hay ni bien ni mal, cada pareja se adapta como puede con propósitos personales y desde luego en conjunto. Me gustaría decir que también por un bien en común, pero no siempre es así. Dejémoslo en propósitos.Las palabras "te amo" a veces pueden ser tan vacías como un "perdóname". No significan nada si uno no las lleva con la acción.
Pienso que el amor no sólo en la pareja sino en general, con los amigos, familia, o cualquier relación trascendente que se tenga, se demuestra con hechos que pueden parecer simples. Ejemplos de ello, es hacer una llamada de teléfono o una visita cuando un amigo lo necesita, o de pronto recibir un detalle justo cuando se está inmerso en alguna situación angustiante de trabajo. Un mensaje para dejar saber que estamos ahí no sólo para cuando se necesite sino también para compartir felicidad y alegría. Un besito, un abrazo, una caricia.
Muchas veces el decir "te amo" lo usamos como una salida a nuestra falta de compromiso, con la intención de armar faramalla del asunto, pero a la hora de demostrarlo parece que a uno se le olvida lo que dijo. Lo mismo a la hora de pedir perdón, uno puede llorar y rogar para obtenerlo, pero si uno sigue con la misma actitud, la disculpa acaba por invalidarse.
Recuerdo una relación que tuve hace unos años, en donde él me decía que me amaba profundamente, pero todo el tiempo criticaba lo que decía y hacía. La verdad yo me sentía muy halagada porque a todo el mundo le iba diciendo cuanto me amaba. Pero la realidad era otra.
Hoy me doy cuenta que no se puede amar a una persona a la cual se le critica o se le trata de cambiar todo el tiempo. Esta reflexión no la hago por lo que él haya hecho, sino por mí.