El Dr. Carlos León Ramírez es médico alergólogo y pediatra del Instituto Nacional de Pediatría y actual director del Centro de Asma y Alergia de México. Platica con Confesiones de Sofía sobre la rinitis alérgica y el asma, y nos da algunas recomendaciones para tratarlos y prevenirlos.
¿Cómo se relaciona el asma con la rinitis alérgica?
El asma es una enfermedad crónica que se manifiesta por medio de tos, silbido y falta de aire. Normalmente se presenta en los bronquios. La rinitis alérgica es la inflamación crónica de la nariz, causada por un factor alérgico. Se manifiesta por comezón, estornudos, moco y nariz tapada. Yo te podría decir que casi el 70-80% de los pacientes con asma también tienen rinitis. Se supone que un paciente que tiene alergia en alguna parte de la vía respiratoria, puede tenerla en toda la vía, desde la nariz hasta los bronquios. Los factores que provocan ambos padecimientos son los mismos. Comúnmente los pacientes tienen alergia a polvo, ácaros, mascotas, se ven afectados por contaminación ambiental o tabaquismo.
¿Cómo podríamos diferenciar una alergia de una gripa u otro padecimiento?
La alergia la identificamos cuando el paciente tiene síntomas respiratorios crónicos, sin fiebre y sin afectación de la salud general. Tú puedes tener dolor de garganta, estornudos, malestar y un poco de fiebre, eso es una gripa. Pero si tú tienes escurrimiento nasal, sin dolor de cabeza o garganta, ahí distinguimos de la alergia y una infección o de algo viral.
¿Cuáles son los factores de propensión para las alergias?
Para que tú seas alérgica, necesitas tener antecedentes familiares. Todos los factores ya mencionados, si tú te expones a ellos te predispones a que se manifiesten las alergias. Si te sigues exponiendo frecuentemente a ellos, la alergia se va a hacer más grave y más prolongada.
¿Cuál es la forma adecuada de tratar la rinitis y el asma?
Primero, la rinitis debe tratarse con antihistamínicos cuando es un tratamiento a largo plazo. También se puede tratar con medicamentos como la fenilefrina. Esto es para la congestión nasal y escurrimiento. En el caso del asma depende de cada caso, pero por lo general se trata con inhaladores, los más severos con esteroides inhalados.
¿Qué pasa si no se trata?
Lo que va a suceder es que la rinitis se puede convertir en asma, es una posibilidad, y por otro lado, el paciente puede complicarse con sinusitis, requerir cirugía. Sí hay una serie de complicaciones.
¿Hay alguna manera de prevenir estos padecimientos, a pesar de tener antecedentes familiares?
Cuando es cuestión genética, pues no hay nada que hacer más que tratarlo. La manera de aliviar los síntomas es evitar el contacto con lo que hace daño. Hay que hacer pruebas de alergias para saber a qué hace reacción, y así conocer de lo que debemos mantenernos alejados en la medida de lo posible.
¿Es cierto que el asma tiene un componente psicológico?
En general no es verdad. No es una enfermedad psicológica. Si es cierto que uno de los desencadenantes en algunos pacientes es el estrés. Tal vez se presentan en el 1% de los pacientes. No son enfermedades psicológicas. Pero el estrés sí las llega agravar.
¿Qué recomendaciones tendría para las personas para que mejoren un poquito su calidad de vida?
De entrada es buscar un tratamiento, seguirlo y no interrumpirlo. La segunda es acudir con un alergólogo para tener un diagnóstico específico para evitar los agentes que provocan las reacciones alérgicas. Y finalmente, si la alergia se está saliendo de control se tiene que revisar el tratamiento para adaptarlo. Cambian de intensidad a lo largo de la vida del paciente, entonces es preferente dar seguimiento cada 3 o 4 meses.