Hoy es mi cumpleaños. Para mí, es el día de las sonrisas. Es que es una jornada en la que nos sentimos especiales. Es un día de muchas sorpresas y también, el comienzo de un nuevo ciclo, en el que muchos nuevos comienzos son posibles. Más allá de cómo lo festejemos, creo que es el día del año en que más sonreímos.
Se acuerda de nosotros gente que hace tiempo que no vemos y también, aquellos con quienes tenemos trato diario.
Están los que quieren saludarnos cuanto antes (y a veces nos despiertan con su ímpetu, a medianoche o temprano por la mañana) y quienes se hacen desear y dilatan su felicitación hasta tarde.
Cada saludo, cada mensaje, cada llamado y cada correo electrónico nos hacen sonreír ampliamente, desde el corazón. Creo que el cumpleaños es un momento ideal para llenarnos de la buena energía que nos brinda la gente que está en contacto con nosotros, del modo que sea.
Yo estoy escribiendo esto el 21 de julio, pero más allá de cuándo lo leas, ¡me gustaría que festejes mi cumpleaños conmigo! Para eso, regálame una sonrisa. ¡Es tan positivo y sanador sonreír! Nos cambia el estado de ánimo, nos conecta internamente con lo mejor de nosotros mismos y de los demás… ¡y sin duda alguna, es la mejor cura para las tensiones! Solo te llevará unos segundos: piensa en algo que sabes que te hace o te hará feliz, que te gusta disfrutar, y comparte esa sonrisa conmigo, dondequiera que estés. Es el mejor regalo de cumpleaños que puedes darme.
¡Gracias por estar!
¿Te gusta festejar tu cumpleaños? ¿De qué manera?
Escrito por: Merlina Meiler