Todos sabemos que la risa contiene efectos terapéuticos que mucho ayudan a mantenernos en equilibrio, no sólo emocional. Estudios recientes de la Universidad de Loma Linda en Estados Unidos, comparan las alteraciones metabólicas como propiedades benéficas, que produce la risa, con las que genera hacer ejercicio moderadamente.
La risa además de tener la enorme propiedad de cambiarnos de humor en un segundo, también genera cambios en el sistema cardiovascular, previniendo enfermedades, infartos y otras enfermedades producto de una vida sedentaria. Estos estudios podrían representar una alternativa para las personas que no pueden hacer ejercicio, o que por alguna razón no se pueden mover.
La risoterapia, como le llaman algunos, significa no sólo ver películas chistosas o relacionarse con gente simpática, sino verdaderamente entrar en una terapia grupal en donde se comienza fingiendo una risa eufórica, como se haría en algún taller de actuación. Posteriormente, con la práctica las personas empiezan a experimentar una risa genuina y llena de gracia, lo que les permite sacar todos esos pensamientos negativos que contaminan el cuerpo y desde luego el ánimo.
Las propiedades benéficas que se generan en nuestro cuerpo cuando reímos son muchas por ejemplo, se reduce la presión arterial, se fortalece el sistema inmunológico, se modula el apetito de forma moderada, liberamos endorfinas lo que reduce el estrés de manera significativa. Reír con ganas también ayuda a fortalecer los músculos del abdomen.
Podemos encontrar muchas maneras de reír, cosas que nos provoquen risa, pero cualquier manera, rodearse de personas alegres y de buena vibra sin duda es un móvil importante para generar ese bienestar en uno mismo. Aprender a reírse de las vicisitudes de la vida cotidiana y hasta de uno mismo, y desde luego disfrutar los momentos que se presentan para reírse con los demás.
Uno no puede sentirse triste y reírse al mismo tiempo.
Escrito por: Regina Kuri
