Hay personas que mantienen una relación con otra basada solamente en el sexo. Se reúnen de tanto en tanto, sin compromiso, para pasar un buen momento que, habitualmente, incluye la intimidad. Aquí el termómetro, en realidad, es otro: si una de las dos partes está interesada en ir más allá o se conforma realmente con lo que se está dando: esto dará la pauta de cómo se irán desarrollando los acontecimientos entre ellos.
“El sexo es el termómetro de una relación”. Esta frase me dejó pensando… ¿será realmente así? Para mí, no lo es. Y las razones son múltiples.
En las relaciones estables, el sexo no siempre indica si una relación va bien o tiene futuro. Algunos dan una gran importancia al tema y hay otros para quienes es algo secundario y priorizan otros aspectos, tales como el apoyo (emocional, económico, etc.), el compañerismo o la compañía. Asimismo, tal vez haya gran entendimiento en esa área pero poca “onda” en las demás y esto indicaría que el vínculo difícilmente se consolide y se mantenga en el tiempo.
Si las relaciones íntimas son fructíferas para ambas partes, a las claras predispone de buena manera para la comunicación fuera de la cama. Más, esto no asegura que se pueda crear una pareja sobre bases sólidas que se sostenga en el tiempo.
SÍNTOMA
No tener ganas de intimar con el otro, lógicamente, es un síntoma de que algo sucede, y creo que a esto se refería Coter al expresar su punto de vista. No obstante, el desgano puede significar una gran cantidad de cosas diferentes: enojo por conductas o por dichos de nuestra pareja, cansancio desmedido, preocupaciones económicas. Incluso, estar acomodándose internamente por la llegada de un hijo: las mujeres necesitamos un tiempo al ser madres, ya que tanto hormonal como psíquicamente, se produjeron cambios notables en nosotras al dar a luz. El hombre también, en esta circunstancia, pasa por diversas etapas en las que el sexo no es una prioridad (ser padre, mayor responsabilidad al agrandarse la familia, ver a su mujer convertirse en madre y amamantando a su hijo; todo esto, sin duda alguna genera cambios momentáneos en su sistema, hasta que encuentra el nuevo equilibrio).Algo temporal no tiene por qué transformarse en permanente si lo tratamos con la inteligencia suficiente.
Dilucidar por qué nuestro deseo está aletargado puede ayudar sobremanera a fortalecer la pareja. Sí es esencial hacerlo para que no se produzca un vacío (que llegue a ocupar otra persona).
Sincerarnos y sincerarse con el otro, entendiendo que es normal que haya períodos de mayor y de menor atracción y deseo, nos hará gozar de una pareja sólida y saludable, con proyección de futuro.
¿Crees que el sexo es el termómetro de una relación?
