E
Por ello, el yoga es una alternativa que permite a las futuras madres combinar un ejercicio físico completo, técnicas de relajación, estimulación muscular que permitan sobrellevar el peso extra y contribuye a una recuperación más rápida después del nacimiento.
El yoga entre sus otras propiedades durante el embarazo nos proporciona una disminución del cansancio, reduce la hinchazón y los calambres de las piernas; acelera la circulación sanguínea y flexibiliza la columna vertebral, mejorando la postura y combatiendo las lumbalgias durante el embarazo.
En la práctica del yoga, hay ciertas posiciones, que preparan fisiológicamente el organismo para el nacimiento del bebé aumentando la facilidad de que la madre tenga un parto natural y una pronta recuperación posterior al nacimiento.
Gracias a la relajación y la meditación la embarazada enfrenta mejor sus estados de ansiedad y miedos naturales relacionados con las situaciones que se van presentando durante el embarazo.
El yoga calma, centra, y hace que la mujer sea consciente de la vida que lleva dentro de su vientre brindándole tranquilidad y seguridad, sobre sí misma.
Fuente: IMSS, Sonia Marroquín Rojas/DeGuate