Bienestar

Hacer lo que tenemos que hacer…

hazloya2

Escrito por: Maca Hernández

Si eres de los que deja las cosas para mañana, no estás sola, un estudio descubrió que el 95% de las personas, ocasionalmente postergan, así que estás bien acompañado.

¿Porqué lo hacemos?
Aunque existen muchas teorías, aquí te doy 4 razones por las cuales dejamos las cosas para después.

1. Pensamos que es difícil. Cuando la tarea nos parece difícil de hacer, de manera natural la evitamos a favor de algo más sencillo. Esto explica porqué tantas personas que deben de pagar sus impuestos, lo hagan un día antes del plazo de vencimiento.

2. Pensamos que se llevará mucho tiempo. Como siempre andamos apurados con el tiempo, todo lo que se va a llevar mucho en su realización automáticamente se pone en la sala de espera. “Tendré más tiempo el fin de semana”,  así que elegimos otra tarea de menos tiempo.

3. Pensamos que no sabemos lo suficiente.  A pocas personas les agrada cometer errores, así de que en lugar de actuar, nos ponemos a estudiar y a investigar, para estar seguros de que lo podemos solucionar, y seguimos aprendiendo, hasta sentirnos seguros de que podemos comenzar, y cuando nos sentimos listos para actuar, decidimos aprender un poco más…

4. Pensamos que los demás nos van a criticar. Nos bloqueamos de llevar algo a cabo por temor de lo que otros puedan opinar al respecto. Es demasiada la preocupación y atención puesta en los demás, cuando nuestro enfoque debería estar en lo que se debe de hacer y cómo lo podemos hacer para resolver algo, en lugar de perder el tiempo en lo que otros piensen, lo que importa es tu avance.

¿Cuál es la solución a estos problemas?
Como pudiste observar los cuatro puntos comienzas con la palabra “pensamos”, la solución, por simple que parezca es pensar lo contrario a lo que se anotó en estos puntos:

1.    Piensa que será fácil de resolver
2.    Piensa que lo harás en buen tiempo
3.    Piensa que tienes el conocimiento suficiente para resolverlo
4.    Piensa que lo que importa es cómo te sientas tú, no lo que digan o piensen otros

Tenemos siempre nuestra vocecita interior diciéndonos cosas casi todo el tiempo. Muchas veces lo que nos decimos son las cosas sobre lo que tenemos que hacer en el día, sobre lo que hubieras hecho en lugar de lo que hiciste cuando cometiste algún error, pero también nos decimos cosas para postergar actividades o pendientes. Cuando tenemos alguna tarea o meta que atender y surge el recordatorio en nuestra mente, generalmente caemos en alguno de los puntos que expusimos al principio. Nos convencemos a nosotros mismos, aún antes de empezar, que va a ser muy difícil, o que nos va a llevar mucho tiempo, que estarás propenso a equivocarte, o que serás juzgado.
Es por eso que es importante que lo que te digas en tu conversación interna sean frases que te apoyen y te motiven a continuar con lo debes hacer y a dejar de postergarlo con excusas. Puedes detener el problema, antesLa próxima vez que tengas algo que hacer, piensa que no es en realidad difícil, que no te llevará mucho tiempo, que estás segura de que lo puedes resolver o que aprenderás en el proceso de que se convierta en problema, eligiendo tus prioridades sin importar la categoría a la que sientas que pertenece, a la de si es difícil, si se llevará mucho o poco tiempo, si crees que sabes lo necesario para hacerlo o si puede surgir por ahí alguna crítica por parte de los demás. Nada de esto debe de importar, solamente, qué cosa  en mi lista es la que tengo que resolver primero y trabajar en ella hasta cumplirla.
Para conseguir resultados sobresalientes, debemos además dominar la habilidad de eliminar distracciones que te roban el enfoque, y nos impiden mantener la concentración requerida para realizar las acciones que nos permitirán alcanzar nuestras metas.
¿Cómo crear un estado mental que nos permita eliminar las distracciones y crear un enfoque de precisión perfecta? El primer paso es comprender y darnos cuenta del hecho de que nosotros tenemos el control, aunque en los tiempos difíciles pudiera parecer que no es así. TODAS las distracciones nos las creamos nosotros mismos.
Para hacer un registro de las cosas que nos distraen y nos sacan de enfoque, es necesario ponerlas en una lista e identificar cuáles son tus principales distracciones. Probablemente las encontrarás en las siguientes categorías:

1.    Asuntos importantes que necesitamos resolver, que hacen falta para completar algunos proyectos.
2.    Ideas y objetivos, que no hemos puesto por escrito en algún lugar fácil de encontrar, por lo que tratamos de recordarlos en nuestra mente y se vuelven elementos de distracción permanente.
3.    Asuntos y cosas sin importancia, que seguimos tolerando y postergando en nuestra vida personal y profesional.

Anota en un papel, sin restricciones, todas las cosas que has dejado pendientes, las que estás postergando actualmente, así como las que sigues tolerando, tanto a ti misma como a los demás.
Cuando hayas identificado estos asuntos, podrás ponerlos en una lista de acción, para proceder a eliminarlos. Esto le dará espacio en tu mente, de tal forma que la siguiente semana podrás empezar a crear el enfoque que necesitas. Haz este ejercicio ahora mismo y la próxima semana. Entonces podrás contar con una mente capaz de mantenerse bien enfocada.
La próxima vez que tengas algo que hacer, piensa que no es en realidad difícil, que no te llevará mucho tiempo, que estás segura de que lo puedes resolver o que aprenderás en el proceso, y que en realidad a nadie más le importa lo que hagas para cumplir con ello, porque cada uno está preocupado con sus propios problemas.
Un estudio hecho en 2008, en la edición de diciembre de Ciencia Psicológica, encontró que es más fácil que las personas posterguen actividades cuando se enfocan en porqué es que lo tienen que hacer, en lugar de cómo es que lo deberían de hacer.
Cuando te sientas proclive a postergar algo, piensa en maneras concretas de hacerlo y no te preocupes del porqué debes de hacerlo, decidiendo siempre cuál es el primero en el que debes de trabajar. Cuando en lugar de postergar, resuelvas, tu vida mejorará notablemente, y todas esas reclamaciones que tu vocecita interior te está haciendo ahora, porque no estás cumpliendo con tus deberes, desaparecerán para convertirse en comentarios positivos y de apoyo, una vocecita que nos motive a actuar, ¿Qué mejor compañera mental podríamos desear?
Te deseo lo mejor, pero sólo lo tendrás, si tú también lo deseas.

Escrito por: Maca Hernández
OrganizateYa!

www.organizateya.com

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*