La orientación sexual ego-distónica, conocida como una condición caracterizada por tener una orientación sexual o atracción que está en contradicción con la propia imagen idealizada de sí, causando ansiedad y deseo de cambiar su orientación.
Se encuentra que recientemente Ted Haggard, evangelista que predica sobre la homosexualidad como un pecado, renunció después de un escándalo que lo involucraba con un ex prostituto; Larry Craig senador de Estados Unidos que se oponía a incluir la orientación sexual en la legislación, fue arrestado por conducta lasciva en un baño de hombres; Glenn Murphy Jr. Líder de Young Republican National Convention y opositor del matrimonio gay, se declaró culpable de un cargo menor después de haber sido acusado de agredir sexualmente a otro hombre. Todos estos hombres siempre aplastando los derechos de los homosexuales para a fin de cuentas, terminar con este tipo de conductas que dejan mucho que desear.
Una teoría muestra que ciertos impulsos homosexuales, cuando son reprimidos por vergüenza o miedo, pueden ser expresados como homofobia. El psicoanalista Freud llamaba a este proceso como “formación reactiva”, la ardua batalla en contra de los símbolos exteriores de los sentimientos sofocados. Haggard se mostraba a favor de esa idea, siendo así como se excusaría en ella al momento de su escándalo, ofreciendo disculpas por su propia guerra interna.
Teoría validada como convincente ya que muestra razones científicas para creer en ella. El diario Personality and Social Psychology publicó en mese pasados que gracias a investigaciones realizadas se contaba con evidencia de que la homofobia proviene de la supresión del deseo del mismo sexo.
En la investigación se describen 6 diferentes estudios realizados en Estados Unidos y Alemania involucrando a 784 estudiantes universitarios. Los participantes calificaron su orientación sexual en una escala de 10 puntos, yendo de gay hasta heterosexual. En la prueba, se mostraron a los participantes imágenes y palabras demostrativas de la heterosexualidad y homosexualidad, como fotos de personas de su mismo sexo y parejas heterosexuales, palabras como homosexual y gay, pidiendo que fueran clasificadas en la categoría indicada en el menor tiempo posible para hacer posible la medición de reacciones.
El propósito del ejercicio es que antes de cada palabra o imagen, aparecía otra palabra como “yo” u “otro” durante 35 milésimas de segundo para que la palabra solo pudiera ser captada por el inconsciente de los participantes más no por el consciente, como mensaje subliminal. La teoría conocida como asociación semántica, es cuando a la palabra “yo” le preceden imágenes o palabras que reflejen la identidad sexual de la personas (por ejemplo, imágenes heterosexuales para personas heterosexuales), la persona clasificará la imagen en la categoría correcta de una manera más rápida que cuando “yo” le preceden palabras o imágenes que no concuerdan con su orientación sexual (por ejemplo, imágenes homosexuales para una persona heterosexual.
De esta manera es como se identificaron a varios participantes que se decían heterosexuales en su totalidad, con un alto nivel de atracción por personas de su mismo sexo. De los cuales el 20% se mostró inconforme con el resultado.
Pero ¿Qué es lo que nos lleva a esta represión? Se encontró que los participantes que habían crecido en un ambiente familiar adecuado y con apoyo están en mayor contacto con una orientación sexual implícita y mucho menos susceptibles a la homofobia. Por el contrario los individuos cuya identidad sexual estaba reñida con su atracción sexual, eran mayormente los que contaban con padres que controladores, con menor aceptación para sus hijos y prejuicios contra los homosexuales.
Es importante hacer hincapié en lo obvio; no todas aquellas personas que se levantan en contra de los homosexuales son personas con atracción por su mismo sexo. Pero por lo menos algunos de ellos que se oponen a, son personas oponiéndose en contra de sus propios sentimientos y su falta de aprobación. El precio es alto, no solo para todos los esfuerzos anti-gay, sino a menudo para los autores. Haríamos bien en recordar que todos los implicados merecen nuestra compasión y respeto, ya que todo ser humano merece validar sus derechos.