Hago lo que me conviene aunque no me gusta
N
Un punto bastante interesante es que de acuerdo con sus apreciaciones, los bebés sanos y grandes crecen y tienen mayor IQ. De ahí que se recomienda que las mamás embarazadas hagan por lo menos veinte minutos de ejercicio diario. Ya sea que utilicen la caminadora o que vayan al gimnasio. El ejercicio sirve para todo. Incluso para los viejos sedentarios. Está demostrado que su intelecto mejora al cabo de unas cuantas semanas de ejercicio diario.
Otro punto relevante es el de enseñar a los hijos a retrasar el placer. Se trata de una medida para incrementar la disciplina. Quienes de niños aprenden a hacer las cosas desagradables pero necesarias primero y luego las cosas que disfrutan, se convierten en adolescentes estudiosos y responsables. Al ser más responsables, se vuelven más aplicados académicamente y logran así mejorar sus intelecto. Y al revés, si de niños no aprenden a ser disciplinados, de grandes difícilmente podrán ser constantes en su empeño y se deteriora rápidamente su intelecto.
Autocontrol
Estudios demuestran que los niños pequeños aprecian retardar el placer por una mayor recompensa a futuro, el problema es que la cultura familiar o social provoca que inviertan sus valores. Prefieren una galleta ahora que dos al rato. Enseñar a los hijos el valor del sacrificio por un mejor futuro es esencial para el éxito. Prefiero hacer lo que me conviene aunque no me sea placentero en vez de hacer lo que me gusta aunque no me convenga.
Escrito por: Equipo SuperMujer