Muchas veces vamos por la vida conformándonos, sin tomar las riendas de lo que nos sucede, sin atrevernos a desear y luchar por nuestros sueños. Esto no tiene por qué ser así. Tan solo hace falta un ligero cambio de actitud.
Había una vez un hombre que vivía de vender globos en una feria. Tenía de todos los colores. Cada vez que el negocio iba mal, soltaba unos cuantos globos llenos de helio, y al ver como subían, todos los niños querían comprar uno. Vendrían y comprarían un globo, y la venta volvería a subir. Repetía este proceso durante todo el día.
Una ocasión, sintió un jalón en la chamarra. Volteó y vio a un pequeño niño que le preguntó, “Si sueltas un globo negro, ¿también volará?” Conmovido por la preocupación del niño, el hombre le respondió, “No es el Color del globo, sino lo que tiene dentro lo que lo hace volar.”
Lo mismo aplica para nuestras vidas. Es lo que tenemos dentro lo que cuenta. Y eso que tienes en lo más profundo de tu ser y que te puede hacer volar es tu actitud. De ti depende tener una actitud que te permita crecer.
Fuente: Motivational Stories