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Por: Leticia
Cuando está por llegar un nuevo integrante a la familia se producen trasformaciones en todos los integrantes de la misma. A nosotras como madres nos pueden llegar a aparecer dudas acerca de la capacidad que tendremos para esta nueva responsabilidad. Los padres también pueden sentirse temerosos, pero como adultos posiblemente tengamos más herramientas para manejar estas sensaciones. El problema son los más pequeños del hogar, ellos inevitablemente pasaran por períodos de celos que a su vez generaran sentimientos encontrados.
Cuando un niño va a tener un hermanito, aparecerá la curiosidad. Ellos verán como va creciendo la panza y tendrán miles de preguntas, al igual que cuando nazca el bebé. Para los hermanos ‘mayores’ estar en contacto con un recién nacido es toda una fuente de conocimientos. Muchos pasaran horas mirando cómo se mueve o cómo se alimenta a través de la lactancia y querrán participar en sus baños.
Aparecerá el sentimiento de orgullo, que será repartido por celos. Es muy normal que el pequeño tenga un conjunto de expectativas que finalmente su pequeño hermano no pueda cumplir, lo que provocará cierta decepción. Él pensará que su hermano jugará con él desde el mismo día que llegue a su casa, sin entender que deberá esperar unos cuantos meses para que pueda hacerlo, y que al mostrarle sus juguetes el bebé no reaccionará según lo previsto. Por eso debemos hablar con ellos y reubicarlos en la situación.
Como padres no debemos gastar muchas energías ni esforzarnos para cambiar los sentimientos de los niños, después de todo, de eso se trata, son sentimientos, y no los pueden controlar. Lo que debemos hacer es hacerles sentir seguridad con respecto a nuestros sentimientos con ellos. Ellos no deben pensar que los dejamos de querer, por eso debemos explicarles que los bebés recién nacidos necesitan más cuidados y requieren de más de su tiempo.
Normalmente los niños pasan por diferentes etapas cuando llega un hermano:
- Incredulidad
Podrás ver que el niño actúa como si el pequeño no existiera o como si no fuera parte de la familia.
- Furia
La demostrarán por rabietas que antes no tenía, gritos y mal humor.
- Culpa
Él pensará que debe brindarle amor a su hermano, que eso es lo que esperan sus padres, pero al no hacerlo, sentirán culpa.
- Desolación
Se siente realmente triste, impotente. A pesar de sus esfuerzos el hermanito llegó para quedarse.
- Identificación
Empiezan a ver al hermanito con más cariño, aceptándolo (aunque pueden volver etapas de celos).
A partir de esta etapa los pequeños aceptan al nuevo miembro de la familia, aunque puede aparecer cierto grado de regresión. Quiere volver a tomar la teta, hacerse pis encima, etc…. Pero no debes preocuparte, tener hermanos es maravilloso, es tener un compañero para toda la vida con el que se compartirá momentos muy importantes y gratificantes.
Cosasdebebe.com
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