Margarita Orozco es directora de la firma Imagen Integral, da conferencias y cursos de desarrollo humano, y otorga asesoría a las personas que desean sacar lo mejor de sí mismos. Platica con Confesiones de Sofía sobre su nuevo libro "Creando la diferencia", y nos invita a preguntarnos ¿quiénes somos? y ¿qué queremos en la vida?
¿Qué le inspiró a escribir este libro?
Desde hace muchos años, por azares del destino empecé a dar clases de relaciones humanas, filosofía y autoestima. Un día una de mis alumnas, una persona con mucha preparación y cultura me dijo, “Margarita, ya estás preparada para escribir un libro”. Y así empecé. El resultado fue un libro que se llamó “Recuerdos y reflexiones”. En este nuevo proyecto hay muchas personas involucradas, desde artistas, atletas, en fin.
¿A quién va dirigido?
A cualquier persona, adolescente, niño, adulto. Es un concepto muy inspirador, para saber quién eres, valorar lo que haces y agradecer lo que tienes. Va dirigido a toda clase de público. Mi intención al escribirlo fue utilizar un lenguaje que cualquier persona pudiera entender.
¿Por qué es importante preguntarse “Quién soy” “Cuál es mi misión”?
Porque a través de esto puedes conocer por qué naciste, por qué te tocó vivir aquí, puedes trabajar tu autoestima. La misión de cada uno es ser de utilidad a los demás, en el ámbito que sea.
¿Cómo puedo hacer un auto-análisis honesto?
Todo se basa en la auto-observación y en el monitoreo de cómo pienso, qué siento, qué hablo, con quién me relaciono, ¿estoy satisfecha en este momento con mi vida? Son preguntas que si no nos las hemos hecho, en algún momento de nuestra vida van a surgir. La felicidad depende en gran medida de que sepamos, que estemos conscientes de por qué seguimos en este planeta, por qué seguimos con vida. Todos los grandes hombres y mujeres en la historia han tenido clara cuál es su misión en esta vida.
¿Cómo encontrar el balance entre cuerpo, mente y espíritu?
Lo importante es dar el primer paso. Si todos los días trabajamos para dar ese paso, puede ser tan pequeño o grande como tú quieres, tener la plena consciencia de que estás caminando por un sendero por el que nunca volverás a pasar, y te das cuenta de que cada momento en tu vida será irrepetible, cada día vivido no regresa.