La Palabra es algo que nos puede hundir o salvar, es un premio o un castigo, todo depende de cómo la apliquemos. Con palabras podemos etiquetar a alguien de por vida, positiva o negativamente. Si realmente le diéramos el justo valor a lo que emitimos, hablaríamos con sumo cuidado, tendríamos mucha conciencia en que palabras ocupar. Y emitiríamos menos juicios.
La palabra es tan poderosa que sin darnos cuenta podemos decretar, enjuiciar, lastimar a la gente y por lo general es a nuestros seres mas queridos, y hasta a nosotros mismos
Cuando a un pequeño lo tachamos de tonto sin darnos cuenta , ni medir el verdadero poder de nuestras palabras, podemos estar catalogándolo de por vida, sin medir las consecuencias lo haremos crecer con la idea de que verdaderamente es un tonto.
A nosotros mismos al decir que no sabemos, que no podemos, que no tenemos y cosas similares. Estamos dictándole a cada una de nuestras células que así es.
El dinero , las enfermedades, la mala suerte, la falta de oportunidades. Nosotros mismos las llamamos. Para poder hay que creer, hay que ser cómplices de nuestras decisiones, pero decisiones positivas que nos lleven a una meta afortunada.
Creamos pues que somos ricos, soñemos que tenemos. Creamos que somos saludables olvidemos de nuestro vocabulario la palabra enfermedad, dolor , etc; sinónimos que nos lleven a sentir verdaderamente mal.
De ahora en adelante programemos nuestra mente y cuerpo en nuestro propio beneficio. Creamos firmemente que tenemos y somos todo aquello que anhelamos.
Soñemos, es muy valido, soñemos con viajes, con cosas, con salud que de alguna manera nosotros asociamos a la felicidad.
Soñemos siempre, el soñar nada ni nadie nos lo puede impedir. Es el escape mas valioso que tiene nuestra mente.
Todo, absolutamente todo lo que soñemos y anhelemos lo estaremos sin darnos cuenta atrayendo, pues usemos entonces en beneficio, no atraigamos las cosas negativas.
Cuando estamos de malas ¿qué cosas pasan? Cosas que nos ponen mas de malas, nos caemos, nos pegamos, nos atrasamos, etc.
En cambio si vamos tranquilos cosas buenas nos esperan, incluso sin pedirlas, alguien nos cede el paso, recibimos una buena noticia, vemos todo con otra cara.
Sólo existen dos opciones estar bien o mal , optemos por la segunda es mucho más fácil, mas alegre y hasta nos traerá beneficios.
Podremos estar pasando por la peor crisis del mundo, pero siempre existirá algo que pudiese ser peor. Alguien que esta sufriendo más que nosotros.
Por que no entonces verle el lado amable. Agradezcamos hasta por los malos momentos por que seguramente alguien esta peor que nosotros.
Cuando sientas que tu vida verdaderamente es desdichada , como terapia deberíamos de darnos una vuelta a un hospital, de verdad que ahí se vive el dolor a flor de piel, o simplemente démonos el permiso y el valor de voltear a nuestro alrededor y entonces apreciarías todo lo que tienes, y todo lo que tu mente y tus palabras te pueden ayudar a lograr.
La vida, Dios o cualquier nombre que tu le quieras poner. Nos enseña siempre el justo valor. No esperes a que la vida te sacuda... ¡Aprende!
Puedes aprender con dolor o sin dolor, opta por la primera es más fácil, mas sencilla y duele menos.
Trata de imprimir a cada palabra que emitas todo tu amor, toda tu responsabilidad y la vida poco a poco ira viendo el cambio que se esta generando en ti, y lo premiara.
La Palabra por Claudia Patricia López
