Bienestar

La realidad de las bebidas dietéticas

Algunos médicos aseguran que beber diariamente de tres a cuatro latas de bebidas dietéticas pudiera ser la causa de presión arterial alta. Expertos de Mayo Clinic consideran improbable esta asociación.

Varios estudios realizados sobre el tema no han podido arrojar pruebas que sugieran ninguna vinculación entre el consumo regular de gaseosas dietéticas y una elevación de la presión arterial. De hecho, algunos resultados de los estudios parecen sugerir lo opuesto: las bebidas dietéticas pueden contribuir a reducir la presión arterial.

El mercado ofrece una variedad de edulcorantes artificiales y se dice que todos ellos son seguros para el consumo general. Los tres edulcorantes artificiales principales que se usan en los refrescos dietéticos son la estevia, la sucralosa y el aspartame. La estevia es una sustancia natural sobre el que se ha visto que posiblemente reduce la presión arterial en las personas con hipertensión. La sucralosa tiene casi la misma estructura molecular del azúcar de mesa y, si ejerce algún efecto sobre la presión arterial, el mismo no es significativo.

La mayoría de las bebidas dietéticas se preparan con aspartame, sustancia que tampoco se ha demostrado que sea la causa de la hipertensión. Un ejemplo de esto es un estudio realizado para analizar la posible conexión entre ambas y en el que se alimentó a ratas con comida azucarada o con grandes dosis de aspartame. Los resultados revelaron que la presión arterial disminuyó en el grupo que consumió el edulcorante artificial.

Estudio relaciona las bebidas dietéticas con la obesidad y otros trastornos de salud

Sin embargo, el estudio más decisivo se hizo en humanos. En él se analizó la presión arterial en cuatro grupos de participantes con exceso de peso. Cada uno de los grupos bebió diariamente y durante seis meses un litro de gaseosa regular con azúcar, de gaseosa dietética, de leche o de agua. La presión arterial de quienes consumieron las bebidas dietéticas y la leche disminuyó entre 10 y 15 por ciento, comparado frente a quienes bebieron las azucaradas.

Para aquellas personas que consumen diariamente bebidas dietéticas, vale la pena mencionar que algunos estudios poblacionales (llamados investigaciones epidemiológicas) muestran una relación entre el consumo regular de bebidas dietéticas y la obesidad. Dichos estudios también muestran una relación entre el consumo de este tipo de bebidas y el síndrome metabólico, además de un aumento en los trastornos cardiovasculares. No obstante, estas son solamente asociaciones. Algunos artículos no médicos que se ven por allí pueden interpretar esos resultados como que las bebidas dietéticas, de alguna manera, provocan esas enfermedades; pero este tipo de investigación no precisa la causa de los trastornos, sino que solo identifica los factores que pueden relacionarse con ellos.

Cambios en su estilo de vida

Pese a que cambiar sus hábitos de consumo de bebidas dietéticas tal vez no repercuta sobre su presión arterial, implementar otros cambios en su estilo de vida sí puede hacer una diferencia. Por ejemplo, ingiera una alimentación sana con bajo contenido de sal y con muchas frutas, verduras, cereales integrales, aves de corral, pescado y lácteos de bajo contenido graso; haga ejercicio regularmente; alcance un peso sano y manténgalo; si consume alcohol, hágalo en moderación, lo que significa máximo una bebida alcohólica diaria para las mujeres de toda edad y los hombres de más de 65 años y máximo dos bebidas diarias para los hombres de 65 años o menos; controle el estrés de forma sana, y no fume.

Todas esas medidas pueden ayudar a controlar la presión arterial. Sin embargo, hay ocasiones en que los cambios en el estilo de vida por sí solos no bastan y es necesario administrar medicamentos para mantener a la presión arterial en un nivel sano. Acuda a un especialista y converse acerca de las diferentes alternativas de tratamiento para la presión arterial.

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