El maquillaje nos ayuda a proyectar una imagen y parte del estilo, consiste en encontrar los tonos que más vayan con lo que queremos decir. La boca es un punto crucial de nuestro rostro y elegir el color adecuado es clave. El rojo es atractivo y seductor, es un color que le queda bien a todas; sin embargo, es necesario saber elegir el tono más adecuado para nosotras.
El rojo puede inclinarse hacia los tonos naranjas o hacia los azules, es importante conocer cómo esos matices se contrastan con nuestro tono de piel para asegurarnos de que nuestros labios destaquen.
Los tonos de piel más fríos y pálidos que tienden al rosa, invitan a utilizar tonos cálidos que contrasten y den brillo. Un tono vino también es buena opción, pues brinda sofisticación. Para las pieles medias y doradas se recomiendan rojos brillantes –como cereza– que brinden calidez y resplandor, o tonos más naranjas para las pieles con un matiz más amarillo.
Las de pieles medias con tonos dorados y las neutras pueden usar esos rojos-rojos o rojos con tonos de azul. Mientras que los rojos encendidos funcionan muy bien para las morenas, pues ofrecen un buen contraste con el bronceado de la piel. Si el matiz de tu piel es caramelo, un rojo-café puede quedarte muy bien. Para una miel más oscura, el color borgoña puede ser distintivo.
Claro que también dependerá de tu personalidad y qué tanto quieras llamar la atención a tus labios, así como el mensaje que quieres dar. Los tonos más brillantes y atrevidos hablan de energía e intensidad. Los rojos más oscuros, son discretos y elegantes, mientras que los que tienden más al rosa, son más juveniles y románticos; los naranjas por su parte transmiten diversión y dinamismo. Si quieres dar un toque de color sin ser demasiado atrevida, los tonos coral son una buena opción.
Elegante, profesional o atrevida. Lo que más importa es que te sientas bien con el tono que decidas, pues sin duda te voltearán a ver y debes estar preparada para recibir la atención con una sonrisa.
