“Cualquier problema, grande o pequeño, dentro de la familia, siempre parece comenzar por una mala comunicación. Alguien no está escuchando.” Emma Thompson
Emma Thompson tiene mucha razón, generalmente los problemas comienzan porque alguien no está escuchando. A continuación te doy 5 tips para mejorar la comunicación en la familia y también en cualquier otra situación:
1. Al iniciar una conversación o discusión, tu atención debe estar al 100% en ese momento, muchas veces estamos pensando en otras cosas, ya sea en el trabajo, en lo que haremos mañana, pero nuestra atención no está al 100% en lo que se nos está diciendo y esto provoca que la otra persona se sienta poco apreciada, y por lo tanto provocaremos su enojo o frustración. También no estamos entendiendo lo que nos dice y sólo estaremos oyendo una mínima parte de lo que nos quiere comunicar.
2. Siempre ponte en los zapatos de la persona que está hablando. De esta manera comprenderás mejor sus sentimientos y estarás escuchando con el corazón de tal manera que podrás saber si tan sólo es un desahogo, si lo que necesita es simplemente un abrazo o si en verdad quiere un consejo. Esto es muy importante en especial entre hombre y mujer, ya que muchas veces las mujeres lo único que deseamos es desahogarnos, hablar y hablar para sacar lo que traemos dentro y esto es rara vez comprendido por los hombres.
3. Piensa cómo puedes satisfacer a la otra persona primero. No pienses en ti. Ya que si lo que la otra persona está diciendo no va muy de acuerdo con tu forma de ser o pensar surgirán problemas, ya que tu enfoque se encuentra en tu satisfacción y no en la de la otra persona. Muchas veces debemos aprender a ser flexibles y ver la mejor manera de satisfacer las necesidades de las otra persona de manera óptima para ambas partes. Esto es en especial importante con los adolescentes ya que los padres tendemos a imponer nuestra forma de ver el mundo y creemos que es la única forma válida y aceptable.
4. No interrumpir; el permitir que la otra persona exprese libremente sus ideas genera una sensación de confianza además de que así evitamos el inferir cosas o el famoso “yo entendí que o yo creí que”.
5. No impongas tu manera de pensar o tus ideas, lo que para ti puede ser correcto tal vez no lo sea para la otra persona. Permanece flexible, ábrete a nuevas posibilidades y sobretodo responde con el corazón y con total sinceridad. Esto creará un vínculo de confianza y respeto entre ambas partes
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Escrito por: Gabriela O. Fortunat