Las mujeres tenemos un potencial enorme. Algunas lo descubrimos por accidente, otras por necesidad y algunas más por una inquietud de saber hasta dónde podemos llegar. Xóchitl Gálvez, directora de la empresa de tecnología High Tech Services, y ex candidata a la gubernatura del estado de Hidalgo, platica con nosotras sobre lo que la motiva a seguir buscando nuevos retos, y nos da algunas pautas para descubrir cómo cada una de nosotras puede encontrar esa misma motivación para perseguir un sueño.
¿Cuál consideras que es tu pasión y cómo ha influido en tu vida y tu trabajo?
La pasión es el motor de mi vida en todo lo que hago. Me encanta ser ingeniera. Yo decidí fundar mi empresa pensando en la sustentabilidad. El tema de la tecnología me apasiona porque es una manera de integrar a las personas al desarrollo, sobre todo a los jóvenes a través de las tecnologías de la información. Siempre se trata de combinar tu talento con la vocación de servicio, y no buscar solamente hacer dinero. En mi caso se trata de buscar opciones sustentables, cuidar al planeta, el uso de energía renovable; hacer cosas que mejoren las condiciones de vida de la gente con la tecnología. Lo que viene a cerrar el círculo es este proyecto que tengo con mujeres para buscar fuentes de trabajo.
¿Qué es lo que te motiva para seguir persiguiendo nuevos objetivos?
Cuando yo decidí estudiar Ingeniería en Computación, sentía que si no lograba mi objetivo, mi vida hubiera sido otra. El saber lo que podría pasar, lo que había visto con mi abuela, mi mamá, mis hermanas, fue lo que me motivó a que no dejara de luchar. No sabía qué quería, pero tenía muy claro lo que no quería. Yo no tenía el carácter que tengo. Creemos que nacemos con eso, pero todas las habilidades las obtenemos a base de práctica. Yo empecé a practicar ser valiente, y me volví una mujer valiente. Practiqué ser tenaz y me hice tenaz. Era tímida, insegura, y dejé de serlo. Me di cuenta que esas características no me ayudaban, hacían que la gente abusara de mí. Tenía que armarme de valor. Yo creo que eso es algo que las mujeres tenemos que entender. No nacemos con las cualidades que hoy tenemos, las construimos a lo largo de nuestra vida, a base de ponerlas en práctica, de intentar y de fracasar varias veces. Esto no es de suerte, es de trabajo. Además, muy importante, es que las mujeres que llegamos a figurar en algún ámbito, en lo político en lo social, en lo empresarial, pues estamos aquí también porque hemos tenido una red de apoyo. Yo, por ejemplo, no podría hacer lo que hago ahora si no tuviera un apoyo en casa con las labores del hogar.
¿Cuáles son los principales obstáculos a superar para una mujer con inquietud emprendedora?
Evidentemente la inequidad en la educación es un factor importante. Sí pueden lograr muchas cosas las mujeres, sí se puede salir adelante. Tiene que haber un profundo trabajo de autoestima en las mujeres, pero tenemos que aceptar que la educación es un factor fundamental en el desarrollo de las mujeres. El entorno machista en el que nos desarrollamos también es un obstáculo muy grande. Otro, es el entorno social. Somos un país extremadamente criticón. Es un tema muy recurrente, el de criticar a otras mujeres. Esta cultura de intrigar, de chismear de difamar hace que muchas prefieran no hacer nada. El mejor consejo que les doy es que dejen de vivir para lo que los demás quieren de ustedes. Nunca los vas a terminar de complacer ni estarán ustedes felices. El día que deje de importarte lo que piensen los demás de ti es el día en que te liberas. Todos estos son factores externos que solamente puedes vencer con tu convicción interna de salir adelante. No es algo que se logre de la noche a la mañana, lo tienes que trabajar.
¿Qué es lo que podemos hacer, cualquiera de nosotras, para contribuir a que estas formas de pensar puedan modificarse?
Yo no comparto la idea de que las mujeres educamos a los hombres. Mi marido está educando a nuestros hijos también. Con sus actitudes, con sus formas de pensar está dando un ejemplo a los hijos, y eso a veces es más fuerte que las palabras. Es falso que las mujeres somos las únicas que educamos, que sólo depende de nosotras la formación de los hijos. Porque de nada sirve si tú le dices a tu hijo todos los días que no se alcoholice si ve todos los días a su papá llegar borracho. Con qué cara le dices. Son actitudes que están muy arraigadas en la cultura y nos va a costar mucho trabajo cambiarlo. Yo creo que un buen comienzo es enseñar con el ejemplo.
*Xóchitl Gálvez estudió Ingeniería en Computación en la UNAM. Fue la encargada de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas durante la presidencia de Vicente Fox, y compitió por la gubernatura del estado de Hidalgo en 2010. Es directora general de High Tech Services, empresa dedicada al desarrollo de proyectos de alta tecnología. Ha recibido numerosos premios y reconocimientos por su labor empresarial y social.
