Estudios han corroborado que el cambio de las estaciones y las modificaciones del clima traen consigo efectos sobre el organismo para el amor y estado de ánimo en general.
En un día soleado y caluroso la gente se encuentra plena, libre, feliz y llena de energía. Se quiere aprovechar de la naturaleza y disfrutar del día al máximo. Por el contrario, en días nublado, la gente no quiere salir de casa, suele deprimirse y tornarse melancólico.
La primavera es considerada como la estación del amor y esto es porque el buen clima influye en el comportamiento de las personas a favor. El sol y calor hace que los estímulos visuales aumenten y que la sensualidad del cuerpo incremente de igual manera.
En cambio el frío ocasiona una predisposición tanto emocional como sensitiva mucho más baja en comparación a la de verano. Un día nublado y un cielo gris nos contagia inevitablemente de una sensación de tristeza sin ánimos de convivir, es por esto que el invierno no es considerado como la mejor época del año para hacer amigos o crear lazos.
Cabe señalar que estos cambios climáticos afectan en diferente manera a cada persona, esto ya dependerá de su susceptibilidad, aunque aseguran que a las mujeres les afecta en mayor porcentaje.
Según la estadística, se muestra que cada de diez parejas decide en verano ya no seguir juntas, debido a la rutina y que ya no comparten el suficiente tiempo juntos. Llegadas las vacaciones la pareja se percata de las fallas de la relación y con esto viene la desilusión.
El tiempo podría convertirse en el peor enemigo si no existe la comunicación necesaria y tolerancia para escuchar; lo mejor es vivir el presente y disfrutarlo al máximo, no idealizar planes tan a futuro que puedan hacernos sentir mal.
Aprender a gozar del buen clima para realizar actividades en pareja y ceder ante los deseos del acompañante, administrar horarios y lo más importante, divertirse sin límites, valorando el momento con la persona que nos encontremos.