Escrito por: Equipo SuperMujer
Recuerdo cuando hablé con ella. En su tono de voz había preocupación. Mi marido se quedó sin trabajo, me dijo. Yo sabía lo que ello significaba pues también mi marido pasó por lo mismo hace algunos años. Se trata de un golpe devastador. Un golpe que no sólo afecta las finanzas y por ende los muchos gastos que dependen del ingreso mensual sino que también afecta el estado de ánimo del hombre y de toda la familia. No sé que voy a hacer. Mi marido ya es grande y no va ser fácil encontrar trabajo. La escuela de mis hijos es cara y ya van a entrar a la universidad. Estoy preocupada. Es probable que no tengamos para pagar sus estudios, repetía angustiadamente Leonora.
PREJUICIOS
Aquella llamada fue hace apenas un año y medio y sin embargo Leonora y su familia siguen adelante. No ha sido nada fácil. Pero Leonora es un vivo ejemplo de la fortaleza de las mujeres. De muchas mujeres. En nuestra sociedad existe una idea de que las mujeres somos débiles. Que somos inestables y sólo sabemos llorar antes circunstancias adversas. Que no sabemos dirigir o liderar a un grupo. Que somos personas inseguras. Al menos se piensa que así somos la gran mayoría de las mujeres y esto no es cierto. Esta visión del género femenino es simplemente una gran mentira. Y Leonora, como miles y miles de mujeres, es capaz de mostrar día a día su enorme capacidad para salir adelante ante las tremendas adversidades del presente.
GRANDES RETOS
Por donde se le vea existen grandes obstáculos a solventar. Actualmente, la economía no es el potente motor que debería ser para jalar a la sociedad hacia un bienestar financiero que solvente las necesidades comunes y ofrezca oportunidades para buscar las comodidades que deseamos. Simplemente muchas mujeres han tenido que apretarse el cinturón para gastar un poco menos y mantener a sus hijos en su carrera hacia un mejor futuro. Hay familias que han perdido el sustento principal, como el caso de Leonor. Si bien el futuro próximo pinta un poco mejor, la realidad es que aún hay retos importantes que debemos solventar como la inseguridad o los problemas ecológicos. Pero es aquí donde las mujeres sabemos responder. Entre más grande el reto, más juntamos nuestras energías para salir adelante. Resiliencia, le llaman. Coraje femenino, dría yo. Y eso es Leonora.
RESILIENCIA
Aquella llamada de Leonora echo a andar un mecanismo de salvación que conocemos muy bien las mujeres. Ella le llamo a sus amigas, sabiendo no sólo que al compartir sus emociones con sus familiares y seres queridos se sentiría un poco mejor, sino que al expresar su infortunio se activaría alguna estrategia para mantenerse a flote. Dentro de ella se movieron resortes psicológicos para levantarse de su dolor y empezar una transformación que le ha permitido mantener expectativas positivas no sólo para ella y su familia, sino para todas nosotras que hemos visto cómo se puede salir adelante con la fuerza interior femenina y la ayuda de la red de amistades que son tan importantes para nosotras.
COMUNICAMOS
Al llamarnos por teléfono, al salir a desayunar, Leonora logró el apoyo emocional que necesitaba ante tan grave circunstancia. No sería fácil el reto pero antes que nada sabía que desestiba recoger fuerzas emocionales para lo que vendría y sabía donde conseguirlo: sus amigas y familiares. De ahí mismo vinieron una serie de aliento pero también de sugerencias. Vende seguros, Haz manualidades. Renta el espacio extra de tu casa. Usa la computadora. Estas alternativas, y todas las expuestas, estaban al alcance de su mano. A ninguna se le puso peros. Todas eran soluciones prácticas. Las mujeres, ante la adversidad, somos creativas, preguntamos, nos la ingeniamos. El no, simplemente no es opción cuando se trata de sacar adelante a nuestras familias.
NOS NECESITAMOS
El mundo necesita ahora más que nunca de nuestra fuerza para salir adelante. El cambio climático está acabando diariamente con decenas de especies animales. El agua es un bien que comienza a escasear y que en el futuro inmediato puede llevar a graves confrontaciones entre las personas. La contaminación visual, la fealdad urbana, hace que los citadinos despreciemos nuestros entorno. Sin orgullo por nuestro territorio la convivencia se vuelve violenta. Si no nos gusto lo que vemos, lo despreciamos. En todas estas circunstancias las mujeres estamos siendo llamadas para hacer el cambio social que se requiere y así heredar un mejor mundo a nuestros hijos. Somos las mujeres las grandes impulsoras para cuidar de nuestro ambiente. La madre tierra necesita de nosotras las mujeres para su salvación.
EN EQUIPO
Tal es nuestra vocación que el Graneem Bank recomienda prestar microcréditos a las mujeres pues somos creativas, empeñosas y cumplidas. No sólo sabemos liderar el cambio a nivel nacional como lo hacen Michelle Bachelet en Chile o Angela Merkel en Alemania sino que la mayoría de las fundaciones y organizaciones sociales son creadas y comandadas por mujeres. La adversidad nos hace crecer. Ante la muerte de un ser querido nos alzamos para crear organizaciones de ayuda; sean para curar el cáncer, sea para donar órganos o sea para ayudar a las mujeres viudas. Más del 90 por ciento de las empresas sociales son creación de mujeres que ante los múltiples retos sociales unen talentos para ayudarse y ayudar a los demás.
BIENESTAR
Y si bien ha sido en las últimas décadas cuando se ha comenzado a reconocer nuestra capacidad, lo cierto es que desde hace miles de años que hemos venido enfrentando la adversidad y con ello creando una multitud de mecanismos para asegurar le sobrevivencia de nuestra especie en lo general y de nuestra familia en particular. Para poder enfrentar la violencia y agresividad naturales, las mujeres hemos recopilado fuerzas construyendo redes sociales que nos permitan cuidar de nosotras y de nuestros pequeños. Nuestra capacidad para leer las emociones y los gestos quizá fue desarrollada para anticipar y desactivar la violencia masculina y así preservar a la paz y la tranquilidad. Nuestra lectura de las emociones y nuestra empatía natural sirve no para buscar poder o reconocimiento personal sino para el bienestar del grupo.
FLORECER
Desde siempre se nos ha querido mostrar como seres errantes y débiles. Nosotras mismos muchas veces pensamos y pensamos sobre nuestras propias carencias. Basta. Es hora de ver nuestros talentos y, no sólo eso, hay que fortalecerlos. El mundo y particularmente nuestras familias necesitan de tu capacidad, de tu esfuerzo, para salir adelante. Hoy la sociedad está más abierta y permite el florecimiento de la fuerza femenina. Estamos destacando en las universidades y en el trabajo. La tecnología nos permite reforzar nuestra capacidad para crear redes de solidaridad y apoyo entre nosotras. Desde la creación de la pastilla anticonceptiva hasta el internet, todos son mecanismos que ayudan a liberar nuestra fuerza y es hora de hacerlo pues nuestra familia y nuestro mundo nos necesita.
CUATRO VIRTUDES
Es hora pues de dejar atrás esos pensamientos que nos debilitan y pensar de ahora en adelante en nuestras grandes capacidades. La Dra. Susan Nolen agrupa en cuatro grandes virtudes nuestra fortaleza. Somos fuertes mentalmente pues somos flexibles y creativas al buscar soluciones antes los problemas. Tenemos una identidad que no depende de lo que tenemos sino de quienes sabemos que somos. Tenemos, además, inteligencia emocional única pues sabemos lidiar antes las diferentes circunstancias y con ello sabemos tomar mejores decisiones. Por último, somos seres que sabemos ponernos en los zapatos de los demás, somos seres en relación y sabemos construir redes fuertes gracias a nuestra construcción familiar y social.
TÚ PUEDES
Tú eres una mujer que merece reconocerse a sí misma como una persona de gran fortaleza y talentos increíblemente valiosos. El poder está dentro de ti. Necesitamos a todas las mujeres para crear un mejor mundo para nuestras familias y nuestros pequeños. Son demasiadas las tareas que realizar. Pero son muchas las oportunidades para florecer como mujeres. Tu tienes la llave para abrir todo tu potencial. Eres inteligente y creativa. Eres mujer con talentos múltiples que no requiere aprobaciones. Eres capaz de reconocer los diversos estados emocionales y sacar fuerza de ellos. Eres, además, una mujer que sabe construir redes con el fin de apoyarse entre sí. Son tus talentos y es hora de hacerlos florecer.
Escrito por: Equipo SuperMujer
