Parecerá descabellado ponerle límites a un recién nacido, pero es la mejor forma de crear buenos hábitos e ir dando una estructura con la cual los bebes no nacen. Así que lejos de ser una barbarie, poner límites, es una forma de transmitirles amor, seguridad, autonomía, tolerancia a la frustración y autoestima, además de evitar algunos dolores de cabeza a mamá y papá.
- Dale tiempo para llorar. Cuando llore dale un pequeño espacio para que lo haga (siempre y cuando no sea una situación de seguridad), háblale “bebé me imagino ya has de tener hambre en un momento voy a darte tu leche”. El llorar por un par de minutos no le hará ningún daño, por el contrario, irá desarrollando tolerancia, no lo acostumbres a que al primer chillido está en tus brazos. Si lo acostumbras a que mamá concede deseos al instante ¿te imaginas el berrinche que hará cuando mamá no los conceda?
- No lo acostumbres a dormir en tu cama. Sin querer tu o tu pareja pueden lastimarlo mientras duermen, ya sea por un golpe o que lo aplasten, además de que no descansarás igual. Al principio está bien y hasta conveniente es que duerma en tu cuarto, pero en su cuna, así fortalecerás cierta independencia.
- Déjalo que se acostumbre al ambiente. Aunque la familia se debe adaptar a su nueva vida con el bebé, el bebé también se debe adaptar al mundo, así que no condiciones el ambiente al bebe. Si quieres escuchar música hazlo a un tono más bajo, prende la secadora, aspiradora, lo puedes hacer con la puerta abierta de donde se encuentre el bebe para que se vaya acostumbrando a ello. Si tienes que ir al súper ve, ir a desayunar o una reunión con amigos y familia no te detengas por el bebé llévalo contigo.
- Los pequeños que no duermen de noche. ¿Cómo podemos hacer entender a los que la noche es para dormir? Evidentemente para ellos no hay distinción entre el día y la noche, por ello podemos ayudarlos con claves como:
ü Ambienta el lugar donde dormirá, trata de tener una lámpara de buro para que apagues las luces convencionales y la iluminación sea tenue.
ü Ahora si es hora de bajar los ruidos del ambiente, la música, la tv, la lavadora. Para que pueda relacionar silencio o sonidos bajos con dormir.
ü Preparar una rutina. Lo bañas, le das de cenar, lo acuestas y lo arrullas ¿y si llora? Lo más seguro es que llore, pero debes ser paciente y darle tiempo para que lo haga y se acostumbre; mientras esos sucede háblale “bebe es de noche y todos debemos descansar, sé que es difícil pero pronto te acostumbrarás”. La voz de mamá resulta relajante.
ü Alimentación nocturna. A la hora que te levantes por la madrugada a alimentarlo no prendas la luces, usa tu lámpara de buro para que siga el ambiente nocturno. Le das su leche, le sacas el aire, cambio de pañal si es necesario y lo acuestas inmediatamente. Si llora dale unos minutos, si no para háblale y acarícialo. Llevará tiempo pero se acostumbrará.
Como puedes ver son cosas muy sencillas, que quizá ni nos habíamos imaginado que son el comienzo de límites en la educación de nuestros hijos. Evidentemente necesitarás mucha paciencia, sobre todo si eres mamá primeriza, pero con persistencia lo lograrás creando un beneficio para el bebe y toda la familia.
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Psic. Diana Murguía