Marta Carrillo se considera una inquieta por naturaleza que se deja llevar por sus grandes pasiones, entre ellas la escritura. Es autora de los libros “Ni Santa, Ni Golfa” y “Soy Poderosa ¿Y Qué?”. Comparte para Confesiones de Sofía su experiencia en el camino para convertirse en una mujer en plenitud.
¿Cuál de tus libros te ha gustado más?
Mis libros son totalmente distintos, Ni Santa ni Golfa surgió en un momento muy fuerte de dolor interno. Yo no lo pensé como un libro, sino que salió como una narrativa necesaria que además de mi experiencia se nutrió de otras vivencias y se conjuntó en un personaje: una mujer actual que está en un proceso de definición. Me marcó muchísimo porque fue mi primer libro.
El segundo Soy Poderosa ¿y qué? habla de desarrollo humano. Este tema que fue una inquietud personal. Yo me he involucrado en muchos temas, he buscado, sobre energía, sobre varios temas. Habla de que no debemos darle nuestro poder personal a nadie. Que debemos decidir nosotras. Realmente no puedo hablar de un favorito porque pues son muy diferentes.
¿Qué es lo que te satisface más de tu trabajo como escritora?
Lo más satisfactorio de mi trabajo es que todos somos espejos. La gente me escribe un mail o en el Facebook para decirme que leyó el libro o algo que publiqué, y que eso lo movió, que los llevó a un cambio personal, a dejar dolores a un lado. Creo que eso es lo más satisfactorio, el reconocerte en el otro. Cuando veo al otro me gusta que me toque, que me mueva algo.
¿Qué es para ti una mujer plena?
Una mujer en plenitud es aquella que es congruente consigo misma, lo cual es complicado porque a veces decimos, pensamos y sentimos cosas diferentes. Estamos fuera de armonía. Hacer lo que otros te dicen, es lo que trato en mi segundo libro, que debemos cuestionar las creencias y no dejar que otros nos digan qué pensar.
¿Tú eres una mujer plena?
Actualmente te puedo decir con todas las palabras que sí soy una mujer plena. Hubo momentos en que no, anteriormente caí en depresión, estaba en una relación de pareja, de amistad en la que no era feliz, estaba pasando por encima de mí misma. Llegó un momento en mi vida que decidí que ya no iba a ser así, y empecé a tratar de ser congruente conmigo misma. Hoy por hoy te puedo decir que yo sí soy una mujer plena.
¿Qué les dirías a las mujeres que en este momento se encuentran en crisis, que están lejos de encontrar su plenitud?
Siempre es momento de ejercer un cambio. Por más triste, sola y desesperada que te sientas, es posible decidirlo. La única que te puede sacar del hoyo eres tú. Tienes que valorarte, verte al espejo desnuda. Nadie debe decidir por ti. Y también, importante, que no busquen compañía por no estar solas. Hay veces que una puede estar con alguien pero sentirse más sola que nunca.
¿Cómo podemos ayudarnos entre mujeres para alcanzar esta plenitud?
Entre más mujeres encuentren su plenitud, más se les va a antojar a otras. El aprender a vivir, a sentirse plena en el hoy, en el día a día. El amarte a ti como eres, con lo que tienes. Mantener la miranda en lo que sí tengo, más que en las carencias. El camino está ahí, dentro de ti. Es más fácil darle las riendas de tu vida a otros, pero como te digo, entre más mujeres estén en el camino habrá otras que también lo busquen.
Escrito por: Confesiones de Sofía