Ser madre agudiza tus sentidos
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Resistencia. La oxitocina, hormona fundamental en la maternidad, está relacionada con los patrones sexuales y con las conductas maternal y paternal, también se asocia con la afectvidad, la ternura y el acto de tocar. La oxitocina se incrementa en funciones tan básicas como en enamoramiento, el parto y la lactancia. Existen estudios que demuestran cómo permite bajar el estrés y somos más capacer de resistir adversidades más fuertes de lo normal. “Desde un punto de vista endocrinológico, es el equivalente a las velas, la música suave y la copa de vino”.
Eficacia. Lo explica bien la famosa autora de Harry Potter, J.K. Rowling, cuando recuerda cómo logr{o crear su primera novela siendo madre con muy pocos recursos. “Subía a mi bebé al cochecito y salía a dar un paseo por Edimburgo. Cuando se dormía, iba corriendo a un café y escribía todo lo rápido que podía. Es impresionante lo que puedes hacer cuando sabes que dispones de poco tiempo. Si medimos la cantidad de texto que era capaz de escribir en una hora, aquella época fue la más productiva en mi vida”.
Agudeza. La maternidad desarrolla aún más los sentidos en las mujeres; la madre presiente que su hijo está enfermo, cuando corre peligro o cuando oculta algo. Ser madre es sinónimo de prestar atención a cada detalle y aprender rápidamente de la experiencia ya que la vida de su hijo puede depender de ello.
Relacionarse. En el proceso de educar a los hijos, una madre se encontrará frecuentemente en situaciones que pondrán a prueba su empatía que no es otra cosa que la habilidad de inferir los pensamientos y sentimientos de otros y genera simpatía, comprensión y ternura. En resumen, podemos decir que es la habilidad para estar conscientes para reconocer, comprender y apreciar los sentimientos de nuestros hijos. La empatía es ingrediente fundamental de la inteligencia emocional.
Motivación. Un niño es un objetivo constante; se pueden lograr muchas cosas que antes parecían imposibles, con el único fin de brindar estabilidad a nuestros hijos. En el libro “Inteligencia maternal”, la autora Ketherin Ellison relata la motivación de una madre mexicana que vive ilegalmente en Estados Unidos pero que ahorra hasta el último centavo para llevarse a su pequeño a avivir con ella. Un objetivo así de fuerte ayuda a mejorar la atención y la memoria.
La mujer es como una bolsa de té, nunca sabes lo fuerte que es hasta que la pones en agua caliente. Nancy Reagan
Escrito por: Equipo SuperMujer