¿Familia o carrera? Muchas mujeres se han enfrentado a esta disyuntiva en algún momento de sus vidas. Trabajar, ya sea por realización personal o necesidad económica, es visto como algo que se opone a ser una buena mamá. Compaginar estos dos aspectos parece algo imposible y muchas veces las mujeres se ven obligadas a elegir. Si antepongo el trabajo, sentiré culpa. Si elijo la familia, probablemente me sentiré frustrada. Pero lo cierto es que entre maternidad y carrera, no tendríamos porque decidir, podríamos tener ambas… si la presión social no nos obligara a elegir.
Si bien la sociedad ha evolucionado y ahora se ve con buenos ojos que la mujer busque su crecimiento profesional, el rol de madre y ama de casa sigue vigente y los hijos siguen siendo responsabilidad de la madre. Tener hijos y hacerse cargo de ellos es lo que se espera de una mujer. Y aunque exista la decisión de no tenerlos, aún existirá la presión, pues muchas veces se juzga a las mujeres que optan por su carrera como egoístas y ambiciosas. Son ese tipo de prejuicios contra los que hay que luchar.
¿El trabajo o los niños? Es posible elegir ambos. Se puede ser una maravillosa mamá y una excelente profesionista, se puede lograr un balance entre ambas cosas. Ciertamente no es fácil dividir tu tiempo entre estos dos mundos, pero como en la mayoría de las cosas, es un asunto de calidad y no de cantidad.
Muchas veces las mujeres nos sentimos culpables por dejar que alguien más cuide a nuestros hijos, las personas nos ven con malos ojos “por no hacernos responsables de ellos” y nos asalta la preocupación de cómo puede afectar a nuestros niños el no tenernos cerca todo el tiempo.
Si eres mamá trabajadora, despreocúpate, dedicar tiempo a tu desarrollo profesional no te convierte en una mala mamá. Diversos estudios han demostrado que el hecho de que la mamá trabaje no daña el desarrollo o la conducta de tus pequeños, tus niños no necesitan que estés con ellos cada minuto del día, necesitan saber que estarás ahí en el momento que sea necesario. Sentirte culpable puede hacerles más daño a tus hijos que el hecho de trabajar, lo mejor, tanto para ti como para ellos, es disfrutar de ambos mundos.
