Si se necesitaban razones para dejar la vida sedentaria hoy tenemos uno mejor: buen sexo.
En muchas ocasiones los médicos y expertos en salud nos animan de manera constante a que abandonemos el sedentarismo y comencemos a hacer un poco más de ejercicio.
Pero siempre parece que los beneficios que nos ofrece el ejercicio como la prevención de enfermedades cardiovasculares, la producción de endorfinas, la mejora del estado físico y psíquico e incluso perder unos kilitos no es suficiente.
Para todos aquellos que necesitaban un empujoncito para hacer ejercicio, ahora los expertos afirman que el deporte es fantástico para tener “buen sexo”.
¿Y qué relación puede haber entre deporte y sexo?
Con el deporte aumenta el flujo sanguineo en general pero en concreto, esto también ocurre en los genitales. No sólo hablamos de los hombres, esto también se manifiesta en la mujer con todas sus consecuencias muy positivas.
Para todas aquellas que tengan problemas en cuanto a la excitación o para responder sexualmente, con el deporte regular esto podría mitigarse ya que el flujo sanguíneo en el clítoris mejoraría y por tanto, la función sexual femenina.
La importancia del clítoris a veces pasa desapercibida tanto para los hombres como para las mismas mujeres, pero la realidad es que es un órgano fundamental tanto para lograr la excitación como en las diferentes fases del orgasmo.
La investigación que ha permitido llegar a estas conclusiones, ha estado dirigida por Omer Faruk Karatas y sus colegas de la Universidad de Ankara (Turquía).
En este estudio se han comparado a mujeres atletas que practicaban un mínimo de 4 horas diarias, con mujeres sedentarias y para medir el flujo sanguíneo del clítoris se han utilizado ultrasonidos.
Estos investigadores afirman que se podrían generalizar las conclusiones que han obtenido.
Por tanto, si tienes problemas sexuales ya puedes probar hacer ejercicio para ver si el aumento sanguíneo favorece el buen sexo.
Y por supuesto, una buena dosis de amor propio y exploración en soledad o en pareja, es fundamental para descubrir qué es lo que te gusta y cómo te gusta, desde el conocimiento propio es más fácil que alguien pueda proporcionarte placer.