Cuando existe una adicción la mente cree controlarla, no se acepta la opinión de los demás “ellos están mal”. Y lo que se está haciendo es buscar justificaciones a una enfermedad. No se puede parar, ya hay una dependencia.
Sí, el alcoholismo y la drogadicción son una enfermedad que le pasa a cualquiera comenta Regina Kuri, consejera y conferencista especialista en adicciones.
Para ella, “lo mejor es hacer las cosas por decisión propia, no dejarse llevar por la presión de los amigos o la curiosidad y es que entre más rico más riesgo”. Además uno sabe cuando esta actuando mal. Lo más recomendable para los chicos es el autoconocimiento de ellos mismos.
Respecto al papel de los padres de un adicto es primordial saber que no son culpables, aunque si hay responsabilidad compartida. Lo mejor es ocuparse y no preocuparse. Primero informarse, pedir ayuda, pues sí hay remedio. Pueden ayudar a sus hijos.
Regina es autora del libro Girando en un tacón, en el que plasma su vida, sus experiencias en cuanto a la adicción al alcohol y las drogas. Kuri describe lo que sintió y como fue viviendo todo el tema hasta llegar a su rehabilitación.
Cuando una persona consume drogas y se convierte en adicta cruza la línea, pasa a convertirse en alguien dependiente. La solución es la rehabilitación, que simplemente es la abstinencia total. Nada fácil de llevar a cabo, pero es un método efectivo.
