Publicado por: Pilar López
Un masaje bien dado puede provocar una de las sensaciones más placenteras en nuestro cuerpo, de modo que éste se relaje y haga que hasta el más insensible sienta elevarse al séptimo cielo.
A veces el mal carácter es fruto de contracturas musculares que hacen que nuestro cuerpo lo refleje en forma de enojo y de vez en cuando, darse un placer terrenal es casi tarea obligada para el bien de nuestra salud física y emocional.
Los masaje des este tipo deben de ser dados por personas cualificadas para ello. Masaje relajante no es el que entendemos por masaje relax, que es bien distinto y con otra finalidad, y lo que se pretende con él es que los músculos y articulaciones no se encuentren en tensión, deshaciendo así muchos pequeños nudos casi imperceptibles a nosotros mismos.
En los Centros de Talasoterapia y spas, podemos encontrar buenos profesionales para hacer este tipo de servicios, también hay masajistas a domicilio y centros de fisioterapia que también a parte de curar las contracturas hacen que nos sintamos mejor, colocando todos los músculos en su sitio.
Cuando se pretende relajar el cuerpo, una buena dosis del masaje hay que hacerla llegar al psíquico, hacer que nuestra mente se sienta masajeada y que los pensamientos también se relajen. El entorno ayuda, unas buenas vistas, un lugar agradable, un olor limpio y suavemente perfumado, una música que acompañe…pueden ser el vehículo de encontrar más rápidamente esa relajación.
Cuando se trata de masajes relajantes, la línea de la columna vertebral, no deberá de tocarse bajo ningún concepto, salvo que sea por manos de un fisioterapeuta o un médico deportivo pues, lo que en un principio es un placer puede convertirse en una lesión.